“Desarrollo de un sistema experto on-line para la identificación e intervención en problemas de juego” es el proyecto de investigación (de un equipo de profesores de la Facultad de Psicología de la Complutense de Madrid), liderado por Francisco Labrador e integrado por Mónica Bernaldo, Francisco José Estupiña, Ignacio Fernández, Gloria García  y Marta Labrador, ganador del II Certamen Internacional ONCE de Investigación sobre Juego Responsable. El jurado lo estimó así por unanimidad, el 26 de marzo, valorando el objetivo de los autores de “desarrollar un sistema basado en la evidencia científica que permite detectar, de forma rápida y mediante autoinforme, conductas de riesgo o problemas asociados a la práctica de juegos de azar, y ofrecer a los usuarios un protocolo de intervenciones ajustadas al perfil de necesidades detectadas para prevenir problemas de juego, o cuando ya se han desarrollado, para superarlos”.

Para Carlos Hernández, director general de Ordenación de Juego del Ministerio de Hacienda y Administraciones Públicas, miembro del jurado, estas convocatorias son muy positivas (archivo MP3).

El jurado estuvo también compuesto por Enrique Echeburúa, catedrático de Psicología Clínica de la Universidad del País Vasco; Francisco de Asís Babín, delegado del gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas del Ministerio de Sanidad, Servicios Sociales e Igualdad; Mª Mar Pérez, directora general de Consumo de la Comunidad de Madrid y viceconsejera de Economía, Comercio y Consumo; Elisardo Becoña, catedrático de Psicología Clínica de la Facultad de la Universidad de Santiago de Compostela; Xavier Carbonell, doctor en Psicología por la Universidad de Barcelona; Máximo Enrique Gutiérrez, presidente de la Federación Española de Jugadores de Azar Rehabilitados (FEJAR); y Luis Natalio Royo, director general adjunto de Juego de la ONCE, y Antonio Mayor, director de Comunicación e Imagen de la entidad, como presidente y secretario del mismo, respectivamente.

Los premiados resaltan la virtualidad de instrumentos científicos como el de su proyecto para potenciar las políticas de ONCE y de Loterías del Estado en materia de juego responsable. Los autores afirman que estas medidas pueden verse potenciadas con instrumentos científicos que contemplen la inclusión de variables predictoras, a fin de graduar el riesgo del jugador y, de esta forma, poder ofrecer no sólo posibilidad de derivación a centros especializados o pautas generales actuación, sino también instrucciones terapéuticas específicas a cada caso en particular. Asimismo sería deseable que el instrumento de detección contara con una presentación más atractiva para el usuario. Para ello, el estudio ganador se centra en identificar los factores facilitadores del desarrollo de problemas de juego, desarrollar un sistema para identificar el nivel y perfil de riesgo de la persona que juega, desarrollar protocolos de intervención on-line ante la presencia de riesgo o problemas de adicción al juego y desarrollar un protocolo que identifique la conveniencia de derivar a recursos asistenciales presenciales.