En su condición de presidente de ambas entidades, Miguel Carballeda recogió el 8 de julio, en la sede del Ayuntamiento local, la Medalla de Oro de la Ciudad de Tarragona concedida este año a la ONCE y su Fundación, de manos del alcalde, Josep Félix Ballesteros. La regidora de Cultura, Begoña Floria, dio lectura al argumentario por el que la ciudad entrega su medalla a la ONCE y su Fundación, en reconocimiento a sus 75 y 25 años (conmemorados en 2013) de continuado trabajo por el bien de la localidad y siempre al lado de la ciudadanía tarraconense.

El alcalde Ballesteros, que fue hace años trabajador de la ONCE, explicó que la entidad “merece profundamente este reconocimiento, que se concede de manera excepcional y que se ha tomado por unanimidad de todo el Ayuntamiento... De la ONCE y su Fundación -señaló- hemos aprendido solidaridad, respeto y voluntad continuada de servicio”. Prestando una colaboración que -dijo también- “ha contribuido a cambiar la ciudad para hacerla más accesible y humana al poner siempre a las personas en el centro de todas sus acciones”. Por todo lo cual concluyó confesando sentir “una admiración compulsiva” hacia la ONCE.

Carballeda agradeció este homenaje al Consistorio y a todos los ciudadanos de Tarragona, “que se han detenido alguna vez -evocó- en una esquina, en una plaza o en una calle para charlar o comprar un cupón a un vendedor o vendedora de la ONCE, lo que nos permiten seguir con nuestra labor. Ellos y ellas, que reciben ahora el fruto de su trabajo, son los mejores portadores de ilusión del mundo. Porque en la ONCE -destacó también- recogemos la solidaridad de la sociedad, damos premios cada noche y la convertimos en ayudas y oportunidades para las personas con discapacidad”. 

Acompañaron al presidente, la vicepresidenta Teresa Palahí y el equipo de gestión y representación de la ONCE en Catalunya, encabezado por Xavier Grau, delegado territorial; Enric Botí, presidente del Consejo Territorial; Juany Fuentes, directora de la ONCE en Tarragona; así como otras personalidades del ámbito político y social catalán y representantes del colectivo de personas con  discapacidad.

El fuerte arraigo de la Organización en Tarragona se evidencia en la elevada participación de sus vecinos en las numerosas actividades e iniciativas de la ONCE y su Fundación, siempre bajo un enfoque solidario que pretende revertir en la ciudadanía parte del apoyo que ésta le transmite a través de la compra de los productos de juego responsable que hace posible su gran labor social. La Dirección de la ONCE en Tarragona atiende a 794 personas ciegas y deficientes visuales graves, y cuenta con  200 pensionistas y 240 trabajadores y trabajadoras, 200 de ellos personas con discapacidad que se dedican a la venta de estos productos de juego.