La unidad, la ilusión y la fuerza
En apenas unos días la sociedad española va a ser testigo del lanzamiento de una nueva realidad empresarial que se presenta con sello ONCE y que viene para quedarse. Un salto histórico en cuanto a la apuesta de nuestra entidad por abrir vías de generación de recursos y de creación de empleo para personas con discapacidad, que complementen a su financiación a través de los productos de juego. Pero no sólo en esa dimensión: nuestra nueva apuesta viene -también- para “mover el piso” del panorama empresarial y del acomodaticio tablero laboral en nuestro país, azotado por los efectos de una crisis que ya se prolonga por más de siete años.
Las empresas hasta ahora englobadas en los grupos gestionados por la ONCE y su Fundación, que llevan años luchando por conjugar rentabilidad económica y rentabilidad social, se funden ahora en esta nueva “marca única”.Desde la ILUSIÓN y la UNIDAD, dos valores paradigmáticos del espíritu fundacional de la ONCE, que han permitido su progreso a lo largo de 76 años, este nuevo reto afronta así el futuro con una serena pero fundamentada esperanza.
Sí, estamos convencidos de que este nuevo reto va a convertirse (vamos a convertirlo) en algo verdaderamente grande. No sólo por sus magnitudes económicas, por su continente; sino también, y sobre todo, por su contenido, por las decenas de miles de personas con y sin discapacidad que llevamos años ejerciendo, codo con codo, la igualdad de oportunidades en nuestros centros de trabajo, sin renunciar a la rentabilidad y la excelencia. Nuestras credenciales son el rigor, la eficacia, la responsabilidad social y la prestación eficiente de servicios en los más diversos sectores. Pero sobre todo el compromiso individual de cada uno de nuestros trabajadores, porque sabemos que -como nuestro propio país- sólo avanzaremos si todos, personas con y sin discapacidad, aportamos toda nuestra dedicación y nuestra mejor profesionalidad. Los grupos de empresas de la ONCE y su Fundación llevan décadas acreditándolas y granjeándose el reconocimiento de los agentes políticos, empresariales y sociales. No, no nos cabe duda: desde la ilusión, la unión multiplica la fuerza. Así nace nuestra nueva “marca única”.