‘Criada’ artísticamente en la valenciana Coral Allegro de la ONCE, ha alcanzado la popularidad como protagonista de un corto convertido en viral en las redes

Expresiva emoción. Ella es la protagonista del cortometraje ‘Para Sonia, un viaje a través del sonido’, convertido en viral en las redes sociales. La magia del cine, según la percibe una persona ciega, con la audiodescripción y los ‘colores’ de las voces de los personajes de la película -o bien la de actores y actrices de doblaje- componen el esqueleto argumental de este corto dirigido por Sergio Milán, quien encontró en Sonia Ramírez la actriz ideal para su interpretación.

Afiliada a la ONCE desde los 10 años, la joven valenciana (de 33 primaveras) creció como artista gracias a la Coral Allegro de nuestra Organización en aquella región, de la mano de su maestro-director Julio Hurtado, que falleció a finales de 2014. “Me da mucha rabia no haber podido compartir con él este éxito”, declara Sonia visiblemente emocionada (formato MP3). Y es que el recuerdo de ‘Juli’, tal y como se le conocía y nombraba con cariño a Hurtado, revolotea durante la entrevista repleta de anécdotas y sentimientos a flor de piel.

El talento de Sonia Ramírez viene de lejos, cuando montaba coreografías con sus primos, amigos o interpretaba cuentos infantiles mientras se los leía a su hermana Marta, nueve años menor que ella, ¡y cómo jugaban al circo! “Se lanzaba a mis brazos sin ningún reparo, y ahora me dice: si llego a saber que no veías bien, no hago esas locuras”, rememora Sonia gesticulando con gracia. La pérdida progresiva de su visión comenzó a dar la cara con el aprendizaje en la Escuela: “Yo notaba que no veía la pizarra”, nos confiesa (formato MP3). Sin embargo, la ‘apariencia’ ocular y las revisiones oftalmológicas no daban con el diagnóstico, e incluso refiere con cierto retintín que algún especialista les habló a sus padres de ‘lo caprichosa que era la niña’.

La persistencia por las dificultades visuales, a pesar de haberle provisto de unas gafas -“mis síntomas eran de miope”, apunta- y el patente freno en la velocidad de la lectura, les llevó a consultar con la ONCE donde concluyeron que la causa provenía de la enfermedad de Stargardt, que cursa con degeneración macular y problemas en la visión central. La afiliación se tornó inmediata, y las pertinentes ayudas, también. “Me dieron apoyo educativo con Bea, mi profesora de apoyo, y me facilitaron unas lámparas para iluminar mejor mi pupitre que incorporaba un atril para no tener que agacharme a ver el libro sino acercar éste a mis ojos”, nos explica. Recursos que aprovechó igualmente durante los cursos de Instituto, época en la que era conocida como ‘la chica de las lámparas’, por tener diferentes clases y en diferentes aulas con estas ‘adaptaciones’ que, nos cuenta, ya entonces “me hicieron famosa, aunque me daba mucha vergüenza en aquel momento”, apostilla (formato MP3).

Nunca se sintió diferente. Al contrario: siempre querida. La gran oportunidad para su decidida opción de vida como actriz le llegó -tras estudiar en la Escuela Superior de Arte Dramático (ESAD), de Valencia, junto con el bagaje adquirido en la Coral Allegro o su actuación en el Festival de Valencia Escena Oberta (VEO) con el Teatro de los Sentidos- con su espectacular participación en el Musical ‘Quisiera Ser’ (de 2007 hasta 2009).  

Las puertas del cine pueden abrirse ahora de par en par para quien quiere soñar, los retazos de su trayectoria están visibles en pequeños fragmentos documentados de realidad, que hacen redondo, si cabe aún más, el cortometraje que lleva implícito su nombre y... una dedicatoria ‘Para Sonia, un viaje a través del sonido’. “A mí, Sergio me ha hecho un regalo con esos trocitos de mi vida en su corto”, señala agradecida Sonia (formato MP3). Y emocionada mira hacia el horizonte, con calma, ilusionada, consciente de las raíces artísticas que sembró en su corazón Juli: “quiero decir que, si no llega a ser por él, yo no me estaría dedicándole esto... Estoy aquí gracias a ti” (formato MP3).

Genoveva Benito