Nuevos horizontes para emprendedores con discapacidad
En sus 27 años de trayectoria (desde su creación en 1988 para eliminar barreras y formar e incorporar al mundo laboral a las personas con discapacidad) Fundación ONCE ha apoyado las iniciativas de emprendimiento autónomo de 1.500 de ellas, con una inversión global de 12,8 millones de euros, en el objetivo de hacer realidad sus respectivos proyectos empresariales. Así lo explicó el pasado 6 de noviembre Sabina Lobato, directora de Formación, Empleo, Proyectos y Convenios de Fundación ONCE, en el Congreso Nacional sobre Emprendimiento, Empleo y Discapacidad organizado por la Universidad de Valencia.
En lo que va de 2015, Fundación ONCE ha aprobado ya, de hecho, 101 proyectos de autoempleo, con una dotación inicial -incluida la aportación complementaria del Fondo Social Europeo- de 801.650 euros.
La responsable de Fundación dio a conocer además un estudio sobre los emprendimientos apoyados entre 2008 y 2014, según el cual la tasa de supervivencia de las iniciativas puestas en marcha es de un 71%. Entre los factores que influyen en su éxito figura el nicho de mercado, la zona en la que se implementan o la constancia y el trato que ofrecen a sus posibles clientes estos emprendedores con discapacidad. A partir de esta realidad, repasó los principales retos a los que ha de hacer frente esta tarea de apoyo a nuevos proyectos que impulsa Fundación ONCE, como la identificación de fórmulas de colaboración que amplíen el alcance del programa; mejorar la financiación previa y posterior a la puesta en marcha de las empresas, y apostar por una mayor visibilidad comercial. Se refirió también a la necesidad de ampliar el perfil del emprendedor, que hoy se identifica con el de un hombre de entre 30 y 50 años, con discapacidad física, con estudios y de entorno urbano. En este sentido, aseguró que el reto está en apoyar el emprendimiento de mujeres, de personas con especiales necesidades de apoyo o el emprendimiento en el ámbito rural.
Otras propuestas de futuro serían generar una red de cooperación entre ellos y buscar sinergias entre los proyectos y con otras estrategias y ámbitos de actuación; potenciar los proyectos de emprendimiento en el sector digital; dar visibilidad al programa e incorporar los aprendizajes a la orientación y la evaluación de las iniciativas.