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Un pequeño gran paso

El aumento registrado en las ventas por juego de la ONCE en 2015, fijado finalmente en un 2,29%, constituye una satisfacción compartida para todo nuestro colectivo. En primer lugar, por su carácter simbólico, pues rompe la racha de varios ejercicios de retroceso en la facturación; un pequeño gran paso que, estamos seguros, se confirmará como un cambio de tendencia de cara al futuro con el esfuerzo de todos y el refuerzo de las nuevas posibilidades que abre la reciente renovación del Acuerdo con el Gobierno para garantizar la sostenibilidad de nuestra Organización.

 

En segundo término, porque ese incremento de más de 40 millones de euros tiene una repercusión directa sobre los parámetros institucionales y personales de quienes desde hace casi 78 años protagonizamos esta aventura de ilusión solidaria: la mejora de ingresos se traduce en prestación de más y mejores servicios; incrementa (en ese mismo porcentaje de casi 2,3% su asignación para las personas con otro tipo de discapacidad a través de Fundación ONCE); y, quizá lo más importante, repercute directamente en la economía familiar de nuestros vendedores, cuya media de facturación diaria mejora en la misma proporción, con la consiguiente repercusión sobre sus ingresos.

Un logro, pese al adverso entorno económico, que tiene su fundamento precisamente en nuestra singularidad, en nuestro espíritu de equipo que, desde el respeto a las diferencias, trabaja unido para hacer realidad y mejorar cada día las condiciones y capacidades de cuantos formamos esta gran familia. Y, a la cabeza de esa tarea, los casi 20.000 vendedores de la ONCE, cuyo esfuerzo diario hace posible un modelo social innovador en la prestación de servicios de calidad para las personas ciegas, y que genera oportunidades de vida para muchas personas con discapacidad. Este último año incrementando, por ejemplo, en un 5% las prestaciones asistenciales para los compañeros que más lo necesitaban; con iniciativas tan singulares y significativas como facilitar que 185 personas mayores ciegas, que viven solas, hayan podido compartir unas “Navidades en familia”; o que 54 universitarios con discapacidad hayan accedido a las becas “Oportunidad al talento”, para mejorar su formación y favorecer su incorporación a un empleo de calidad acorde a su talento y preparación. Por no hablar de su contribución a que 67.698 familias españolas reciban, actualmente, un salario mensual de ONCE, su Fundación o ILUNION. Esas son las claves que engrandecen este pequeño paso.