Francisco Javier Farnés: "Tu luz es la ayuda de la ONCE"
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Se vistió de gala, el 19 de febrero, en Madrid: emocionado y feliz recibió el reconocimiento de la ONCE como 'Mejor Vendedor 2015' en Galicia
Tiene ‘don de gentes’. Simpático e incansable trabajador en la venta de los productos de juego de la ONCE, Francisco Javier Farnés, ‘Fran’ para los amigos, ha sido elegido ‘Vendedor del Año 2015’ en Galicia. Un galardón con el que la ONCE reconoce, a través de 22 vendedores seleccionados de todos los puntos de España, el esfuerzo y la labor profesional de los más de 20.000 trabajadores que ‘a pie de calle’ son la principal fuente de ingresos de la Organización para se lleve a cabo su gran labor social.
“Con mi forma de ser trato de aportar y transmitir los valores de la ONCE; siempre con una sonrisa por delante”, declara emocionado mientras recuerda que la gala-homenaje, celebrada en Madrid, “fue algo muy especial y muy bonito” (formato MP3). Y es que Fran siente el orgullo de la tarea bien hecha, a su medida: “me siento realizado con mi trabajo porque es una herramienta que me permite demostrar mis habilidades” (formato MP3).
Cuarenta y cuatro años, felizmente casado con Marta, la mujer de su vida desde los 25, y residente en Lugo por amor -“el 4 de noviembre de 2000 me vine a vivir aquí, desde Barcelona, y el 19 de agosto de 2001 nos casamos”, apunta sin olvidar ninguna fecha-, nos relata cómo aquella joven gallega, de 22 primaveras, le robó el corazón el mismo día que se conocieron: “era el 11 de mayo de 1997. Y estuvimos tres años viéndonos sólo cada dos meses”.
Cosas del destino, o no, Francisco Javier nació en la capital catalana, hijo de padres andaluces y abuelos manchegos -“¡vamos, que tengo una mezcla!”, dice con gracia-, y sintió temblar los cimientos de su estabilidad vital hace apenas una década. “A finales de 2006, en un mes prácticamente me quedé ciego”, afirma. Trabajaba en una gestoría por aquel entonces y la enfermedad hereditaria, que 10 años atrás dejó sin visión a su hermana pequeña, hizo estragos también en sus ojos. Visto y no visto, en su personal manifestación: “fue todo muy rápido porque yo el 10 de diciembre conducía mi coche, el 4 de enero estaba ingresado en el hospital haciéndome pruebas y el día 11 salía cogiéndome del brazo de mi compañera ... Puede resultar muy fuerte, pero así ocurrió” (formato MP3). Y con detalle comparte aquel doloroso recuerdo que precipitó la ceguera: “iba a buscar a mi madre al aeropuerto de Santiago, que está a una hora y media de Lugo, y al volver a casa empecé a notar unos síntomas raros, veía ‘nublado’, luego una serie de ‘puntitos negros’ y las letras cada vez más dispersas; y me molestaba sobremanera la luz brillante” (formato MP3). Nada volvió a ser igual, tuvo que afrontar el diagnóstico. No le quedaba otra: “Yo me sentía... no sé. Fue como entrar en un túnel y veía difícil salir de él” (formato MP3). La inmediata afiliación a la ONCE le abrió el camino a su rehabilitación y posterior integración laboral como agente vendedor. “Con la ayuda de mi mujer, la familia, y lo que es la ONCE, con las adaptaciones a la ceguera, la atención psicológica, y todo el apoyo que recibí fue muy importante. Sobre todo en esos primeros momentos”, declara con gratitud (formato MP3).
Un mensaje que asimismo transmite cuando vende los productos de juego de la Organización. “Siempre se lo digo a mis clientes, a cualquier persona que le pueda ocurrir algo como lo que me pasó a mí necesita ayuda y adaptación para salir adelante. Y la ONCE nos lo facilita. ¡Ojalá que la gente que compra el cupón se diera cuenta! Ya no es por los que tenemos el problema ahora, sino por los que puedan padecerlo en el futuro...” (formato MP3).
Solidario y entrañable Fran camina feliz y agradecido a la Organización que juega y jugó un papel importantísimo porque “en el momento en que necesitas ver, tu luz es la ayuda que te proporciona la ONCE” (formato MP3).
Genoveva Benito