Diez años de lotería instantánea en España (Primera parte)
El día 15 de este mes de mayo se cumplirán 10 años del lanzamiento del primer producto de Lotería Instantánea de ámbito nacional por parte de la ONCE en España. Por eso queremos realizar un pequeño recorrido por la historia de su comercialización en nuestro país que, aunque nos parezca ya veterana, cuenta sólo con esta década de ventas.
Se acepta de forma más o menos unánime que este tipo de juego surgió en la década de los años 70 del siglo pasado en Norteamérica, habiéndose convertido desde entonces en el juego más extendido por todo el mundo. En Europa se implanta en primer lugar en Bélgica (en 1983) y progresivamente en el resto de los principales países: Francia, Alemania, Suecia, Inglaterra, Portugal, Austria, Italia, Noruega, etc. En España varias circunstancias retrasaron la implantación de estos juegos, también llamados presorteados, ya que una vez adquirido el boleto no hay que esperar a la celebración de ningún sorteo para averiguar si has sido agraciado con un premio; encontrándose éstos, ya impresos de forma aleatoria bajo la capa de látex que cubre el boleto.
En 1999, haciéndose eco del avance que las Loterías Instantáneas estaban teniendo en otros mercados europeos, un Real Decreto de 21 de mayo establece una nueva “modalidad de lotería, de ámbito nacional, denominada genéricamente Lotería Instantánea…”, que “se distribuirá por el Organismo Nacional de Loterías y Apuestas del Estado (LAE)” y cuyo “programa de premios de cada emisión preverá una cantidad para premios que no podrá ser inferior al 50 por 100 del valor de la emisión”.
Sin embargo, y tras varios conflictos de competencias ante el Tribunal Constitucional planteados por varias Comunidades Autónomas, no sería hasta seis años después (en 2005) cuando se desbloqueara la implantación de una Lotería Instantánea de ámbito nacional de forma definitiva y, esta vez, no fue de manos de LAE.... Ese año, un nuevo Real Decreto (de 11 de noviembre) “autoriza a la Organización Nacional de Ciegos Españoles la explotación de una Lotería Instantánea o presorteada”; y es el 15 de mayo de 2006, festividad de San Isidro, patrón de Madrid, cuando la ONCE inicia la venta del primer rasca así denominado: El Rasca de la ONCE.
Su precio era de 0,50 euros y el premio mayor de 3.000 euros, habiendo hasta 20 premios de ese importe por serie. Muchos recordarán su formato, pues se estuvo vendiendo hasta febrero de 2008 con un diseño con fondo verde en el área de rascado que representaba varias monedas de dos euros.
Desde su arranque, la ONCE imprimió a esta modalidad un gran dinamismo, así como la prioridad de plantear una alternativa específica del producto para el periodo navideño. De esta manera, y aunque en realidad se trató de una evolución del Rasca de la ONCE, con el mismo diseño pero con fondo rojo (más adecuado al periodo), para la Navidad de 2006 se lanzó un segundo rasca pensando en ese periodo tan especial.
Hasta el 31 de diciembre de 2006, en siete meses y medio, las ventas alcanzaron 189 millones de euros, superando las expectativas que se habían anunciado a los medios con motivo de la presentación del nuevo juego.
El lanzamiento vino precedido de cierta expectación dada la novedad, tanto en el seno de nuestra Organización como en el resto de la sociedad. Sin embargo, los rascas venían precedidos de cierta mala fama, o cuando menos de muchas dudas, por lo que los primeros resultados y la introducción de esta modalidad de juego fue bastante lenta durante los primeros años.
Nuevos rascas, consecuencia del dinamismo que es necesario trasmitir de cara al cliente, fueron lanzados sucesivamente al mercado. Progresivamente, aunque con prudencia, se incrementaron también los precios, creando una incipiente gama de productos para satisfacer las diferentes demandas posibles. Tras el Rasca de la ONCE vinieron así “El 7 de la suerte” (al mismo precio) y “Tres de seis” (a un euro); y a finales de 2007 el primer Rasca de Navidad propiamente dicho a un precio de 3 euros, y con un premio mayor de 50.000 euros.
En 2008 “El Trébol”, otro básico de 0,50 euros, y en 2009 “Súper 7 de la Suerte” a un euro, repitiendo cada año el “Rasca de Navidad” que ya se había convertido en un clásico ineludible... Para 2010 el mercado había madurado lo suficiente, los rascas gozaban de una aceptación social que disiparon los recelos iniciales, y la ONCE se disponía a inaugurar una nueva etapa en la comercialización de la Lotería Instantánea; pero esto lo veremos en un próximo artículo.