Sabrina Araceli Amor: "Leer con los dedos lo veía imposible"
Su cuento 'Sopa de puntos', galardonado con el primer Premio Especial de Braille (del grupo de niñas y niños de 6 a 10 años) en el Concurso Literario Prometeo
Resuelta, alegre, divertida... Sabrina Araceli Amor es una niña feliz. Con 10 años -“recién cumplidos”, se apresura a puntualizar- acaba de recibir el reconocimiento creativo de los Premios Prometeo de la ONCE por ‘Sopa de puntos’, un entrañable relato tejido por los hilos de su propia realidad.
“Sopa de puntos es un cuento que yo escribí, el año pasado, basándome en un momento difícil para mí. Me ayudó a aprender cosas nuevas y a superar mi problema...”, declara con aplastante seguridad para su corta edad. Y así continua su explicación: “mi momento difícil fue ‘una vez’ que perdí mi ojo derecho y, ¡claro!, tuve que estar en reposo y todo eso... ¡No podía leer ni hacer nada! Vino una profesora a enseñarme braille y me gustó mucho” (formato MP3) (0,23 MB) . Desparpajo e inocencia, ¡perfecta combinación! Y las pistas del argumentario de su cuento premiado, claras y patentes.
La menor de la familia Amor-González, la pequeña‘Sabri’ según la nombra su madre, Liliana, nació ciega el 23 de agosto de hace ya una década. Cuatro meses más tarde, en Navidad, “nos dimos cuenta de que veía luz, pusimos el arbolito y ella inclinaba la cabeza...”, rememora Liliana conteniendo la emoción (formato MP3) (0,33 MB) .
La estimulación ocular temprana, gracias a “las continuas ayudas de la ONCE para que pudiera ejercitar sus ojos, llegó a funcionar hasta hace dos años. Entonces perdió su visión del ojo derecho por desprendimiento de retina a consecuencia de tantas cirugías como sufrió desde que era un bebé”, explica su madre (formato MP3) (0,23 MB) . Y es que el glaucoma congénito bilateral hizo de las suyas desde el inicio... “La niña no paraba de llorar por el dolor... Los médicos nos decían que era llorona porque no le encontraban nada, hasta que dieron con que tenía la tensión ocular muy alta”, apunta, entrecortadas las palabras... “Con quince días de vida tuvo su primera cirugía para bajar esa tensión”.
Las idas y venidas al hospital no han cesado, aunque el pico más álgido de la discapacidad se desencadenó cuando Sabrina contaba ocho añitos. Su historia... ya es historia también. Esta página la ha pasado y además la convirtió, con ayuda de Mabel, su profesora de apoyo de la ONCE, en un cuento ejemplar (formato DOC)
(0,04 MB) , coronado por el premio. Tras aquel reposo forzado descubrió que se puede leer con los dedos, y no ha parado de contarlo... Mención que hizo en su intervención, espontánea, en el CRE de la Organización en Madrid, donde fue una de las dos niñas elegidas para hablar en nombre de los compañeros galardonados con los Premios Prometeo. “Mabel me enseñó un código secreto que puedes compartir, y eso me gustó más porque lo del braille no lo veía muy divertido...”, dijo, y arrancó el aplauso de todos los presentes (formato MP3)
(0,23 MB) .
Este año cursa 5º de Primaria en su colegio ‘La Milagrosa’, de Salamanca; prefiere estudiar Lengua o Inglés antes que Mates. “Es súper autónoma, se maneja perfectamente; nunca se levanta de mal humor, ¡jamás! La despiertas y se levanta, se va al baño, se lava, se viste y siempre está pidiendo ¿qué vamos a hacer hoy?”, comenta su madre (formato MP3) (0,25 MB) . Equinoterapia, natación, ballet, piano son algunas de las actividades extraescolares que practica.
El futuro está por escribir, en braille o en tinta con grandes caracteres. Quizá la clave radique en hacer posible aquello que ‘a priori’ no lo parecía. La magia de aprender “es pensar que no es imposible”. Sabrina Araceli, ‘Sabri’, lo sabe bien y entre sus inminentes opciones baraja “ser una profesora de braille”. Disfruta deslizando las yemas de los dedos y saber lo que está escrito porque “se siente como que hay un modo de leer aunque seas ciega”, confiesa, y mira que al principio le costó: “Uhm..., sí, leer con los dedos yo lo veía un poco imposible, pero luego un día lo aprendí y me encantó”, concluye (formato MP3) (0,14 MB) .
Genoveva Benito