Joaquín Martínez: "Se montó un buen guirigay"
Repartió más de 9,2 millones de euros en la Plaza de la Victoria de Melilla, con el Cuponazo del viernes 9 de septiembre
Lleva la suerte escrita en la frente. Va camino de los 29 años vendiendo los productos de juego de la ONCE, con una primera etapa en Madrid y durante los últimos 15 años en Melilla. No es la primera vez, ni será la última con su palmarés, que el madrileño, de 52 primaveras, reparta la alegría de una lluvia de premios. Eso sí, en esta ocasión se ha superado con el Cuponazo. La serie agraciada con los nueve millones de euros (al nº 17963, serie 124), y otros nueve cupones premiados con 25.000 euros a las cinco cifras, las llevaba y las vendió Joaquín Martínez Nieto. En números redondos, un total de 9.225.000 euros se quedaron para los ciudadanos melillenses.
Y Joaquín, disfrutando del gran momento. Así, relata que tras la incredulidad cuando le comunicaron, el viernes noche, que él había dado el premio, pensó que era broma, pero enseguida se hizo patente la noticia que corrió como la pólvora. En la Plaza de la Victoria, ese sábado no cabía un alma más. “Si, se montó un buen guirigay, un gran sarao, porque empezó a venir prensa y de todos los medios de comunicación (televisión, radio...), y mucha gente se acercaba con el revuelo: ¿Pero qué pasa ahí que está hasta la, televisión...? ¿Qué ha hecho el de la ONCE?”, relata ahora el protagonista del momento (formato MP3) (0,28 MB) .
Felicitaciones y enhorabuenas le rondaron ese día y los siguientes; muchos de los afortunados son clientes habituales y algunos de ellos, amigos, nos cuenta feliz.
Lo mire por donde lo mire, Joaquín es un hombre de suerte. En su caso, también afortunado en el amor. El nuevo rumbo que dio a su vida -y va para 16 años- trasladándose a la ciudad autónoma española del norte de África, a orillas del Mediterráneo, le deparaba el enlace con su mujer, Atika, musulmana, con quien tiene tres hijos -“Ismael, el pequeño de sólo dos años, Ahmed, el mediano, y la niña, Paloma Khaula”, les nombra, orgulloso de su familia-, y confiesa que los dos mayores profesan el cristianismo. “El chiquitín todavía no dice nada...”, nos comenta (formato MP3) (0,42 MB) . Y es que respeto y libertad en las decisiones son claves, también para educar en valores a los hijos. En el pensamiento, al menos de Joaquín, no está aumentar la familia: “yo creo que hemos cumplido con Dios, con la Patria y el Rey... ¡Ya no más!”, apunta con gracia (formato MP3)
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La tolerancia entre diferentes culturas y religiones se respira en Melilla (formato MP3) (0,20 MB) , y así lo percibe Joaquín en su vida diaria y en su quehacer laboral, en su quiosco en el corazón del popular barrio de La Victoria. Y nos cuenta que, “a todos, cristianos y musulmanes, les gusta la ONCE y compran nuestros productos de juego" (formato MP3)
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Echando la vista atrás, recuerda cuando estuvo trabajando de jardinero, instalando ‘riego por aspersión’, y con anterioridad en un taller mecánico. Luego durante unos meses en una obra y, más tarde, vendiendo alguna lotería hasta que solicitó -por su discapacidad física- el trabajo como agente vendedor en la ONCE. “Para mí significa todo. Si no llega a ser por la ONCE no tendría lo que tengo; estoy muy orgulloso de pertenecer a esta Casa”, concluye (formato MP3) (0,25 MB) .
Genoveva Benito