El presidente del Consejo Territorial de la ONCE en Madrid, Luis Miguel López, ha evidenciado -en una carta dirigida al colectivo de afiliados y afiliadas de la Organización en esa Comunidad- su contenida satisfacción por los resultados de “la labor que venimos realizando en materia de accesibilidad desde ONCE Madrid en conjunción con el CERMI Comunidad de Madrid”, afirma. Una tarea que ha permitido que, especialmente en el ámbito del transporte público, se hayan ido instalando pavimentos tacto-visuales que dan lugar a “sistemas de encaminamiento”.

Recuerda el máximo representante de las personas ciegas en la Comunidad de Madrid que estos pavimentos se encuentran ya instalados en los intercambiadores de transporte; en la Estación Sur de autobuses de Méndez Álvaro; en estaciones de Renfe como Atocha, Sol, Torrejón de Ardoz, Laguna, etc.; en los accesos a Metro Ligero Oeste en la estación de Colonia Jardín; o en múltiples estaciones de la red de Metro que esta compañía se ha comprometido a extender además en los próximos meses.

Los ‘sistemas de encaminamiento’, situados en el pavimento, constan de dos elementos básicos. Una loseta rayada (con acanaladura) de 40 cm. de ancho, continua, que marca una línea concreta de desplazamiento; y un enlace de varias losetas de botonadura en forma de cuadrado de 120X120 cm de ancho, que se inserta en determinados puntos de las rayadas, destinado a indicar cambios de dirección. Generalmente, hacia el eje de las escaleras fijas y, subsidiariamente, a ascensores y máquinas billeteras. De esta forma, al encauzar sólo a puntos concretos de uso frecuente, se evita la proliferación de marcas en el suelo que, más que ayudar, terminarían por despistar y dificultar el propio desplazamiento.

El objetivo básico es garantizar la línea recta en sus desplazamientos a personas con dificultades de visión, así como contribuir a evitar riesgos como la cercanía a los propios andenes de Metro.

En tal sentido, el responsable de la ONCE recuerda que estas herramientas “no persiguen la orientación o información en sí mismas, sino que, en determinado momento, podamos avanzar sin desviarnos en un espacio amplio sin referencias o en el que la posible desviación puede originar riesgo”. Y matiza que, “dada su función no orientativa ni informativa, la adecuada utilización de los encaminamientos requiere el conocimiento previo del espacio por el que se desea transitar”, por lo que se recomienda acudir a los servicios de Autonomía Personal de la Delegación Territorial a fin de que un técnico de rehabilitación suministre ayuda profesional especializada que permita la familiarización previa con estos elementos, su disposición y configuración, permitiendo en definitiva utilizar convenientemente los pavimentos tacto-visuales de los sistemas de encaminamiento.