Renoir, con todos los sentidos
El 18 de octubre, el Museo Thyssen
en Madrid inauguró una nueva exposición, "Renoir: intimidad", la primera retrospectiva en España en torno a la figura del pintor impresionista Pierre-Auguste Renoir (1841-1919). Una muestra que permanecerá abierta hasta el 22 de enero del próximo año. Después, parte de esta colección -60 de las más de 75 obras que expone el Thyssen- viajará al Museo Bellas Artes de Bilbao.
La exposición añade a su valor intrínseco una cualidad inédita, ya que destaca el papel central que ocupan las sensaciones táctiles en sus lienzos, algo que se aprecia en las distintas etapas de su trayectoria y en una amplia variedad de géneros, tanto en escenas de grupo, retratos y desnudos como en naturalezas muertas y paisajes. Es una sensación que se captura con el sentido de la vista, pero el Thyssen ha querido que la puedan apreciar también las personas ciegas.
Por ello, la última sala del recorrido, denominada "Un hermoso jardín olvidado”, acoge una reproducción en relieve del óleo "Mujer con sombrilla paseando por un jardín", así como una experiencia olfativa y también auditiva.
Por un lado, las sensaciones táctiles se exploran mediante la reproducción en relieve del lienzo, que permite a los visitantes apreciar la riqueza de sus texturas. Este apartado se completa con una locución que invita al espectador a modificar su modo de ver la obra y despertar el sentido del tacto en su percepción. Dicha pista puede escucharse en los auriculares colocados en la sala o en el dispositivo de la audio guía de la exposición. Además, las personas con discapacidad visual cuentan con cartelas en braille y con una audiodescripción con las indicaciones necesarias para realizar el recorrido táctil de la pieza. Por su parte, las sensaciones olfativas se evocan a través de diversos recipientes que contienen la fragancia de las flores y plantas que recreó el pintor en este lienzo: rosas silvestres, acianos, amapolas, margaritas y hierba.
Para completar la experiencia, un paisaje auditivo reproduce en la sala de forma envolvente los sonidos propios de este paisaje estival: la suave brisa, el zumbido de las abejas, el canto de los pájaros o las voces de los niños.
Una experiencia sensorial para todos que nos permite acercarnos a la obra vital, colorista, dinámica, de uno de los creadores del llamado “impresionismo”, tanto en los paisajes que pintó de Normandía, La Provenza, la Costa Azul..., como en la infinidad de personajes que pueblan sus escenas populares, los retratos de encargo y las figuras de mujer, que pintó en abundancia.