José Manuel Pintado: "¡He dado el Cuponazo!"
- Repartió más de 9 millones de euros en el Polígono de Santa Ana, en Cartagena
Casi le da un jamacuco de la alegría. Era el sorteo del viernes 25 de noviembre y había repartido la suerte en diez cupones premiados, uno de ellos con el Cuponazo de los nueve millones de euros (nº 39271, serie 049), en Cartagena.
Lleva a pie de calle una quincena de años, como agente vendedor de los productos de juego de la ONCE, y no es la primera vez que le desborda la ilusión. Aunque la noche de aquel día 25 la recordará para siempre, cuando cayó en la cuenta de que había repartido la felicidad entre tantos de sus clientes habituales. “Sobre las diez de la noche entro en nuestra página web, la de la ONCE, y veo el número premiado. Y me digo, ‘leches’, pues si ese lo he vendido yo... Compruebo la relación de números de mi lista con sus series y... ¡que sí, que he dado el premio!”, nos relata aún con auténtica emoción el cartagenero José Manuel Pintado. “Mi mujer no se lo creía porque muchas veces lo he dicho de broma, y me contestó... ¡Anda ya...!”, rememora mientras trae aquel recuerdo al presente, a voz en grito: “¡Que es verdad!, ¡que es verdad! ¡Que lo he dado...! ¡Es verdad, que he dado el Cuponazo!”. Y le entraron temblores por todo el cuerpo, y tuvo que tomarse un calmante, y no pegó ojo durante aquella noche... ¡Menudo subidón! (1,11 MB)
Un hombre emotivo y espontáneo, de voz cantarina. Con 45 años, casado, y con tres hijos, “ya mayores”, dice. Se mueve como pez en el agua en el Polígono Santa Ana, de Cartagena, donde le conoce todo el mundo y conserva clientela fija. “Tengo la fortuna de llevar tiempo vendiendo y una buena parroquia como se suele decir; vendo por el polígono donde estoy todo el día dando vueltas”, comenta (0,93 MB) . Haga frío o calor, José Manuel sale de su casa con “mucha ilusión todos los días”, asegura. Más aún, si cabe, en estas fechas que transcurren con la resaca de repartir tan importante premio, que se nota en las ventas. “Se han disparado pues estoy vendiendo de 10 a 12 tiras más. Ahora de los viernes estoy vendiendo tan bien, voy con alrededor de cuatrocientos o cuatrocientos y pico cupones, y estoy pensando en pedir más porque creo que me van a faltar”, comenta satisfecho (1,02 MB) .
Conversamos por teléfono, en un día lluvioso, mientras él realiza su labor, y camina despacio por su cojera fruto de un accidente laboral cuando era soldador y se cayó desde una altura de 10 metros rompiéndose las dos piernas. “Voy con mi paraguas vendiendo el cupón con mucha ilusión y en estos días más todavía con plena recompensa de tu trabajo, que otras veces pues no se ve tanto, así que cuando das un premio de esta magnitud es para estar muy contento y muy ilusionado de hacer ONCE”, afirma de tirón y convencido (0,93 MB) .
Es protagonista y lo disfruta al máximo, se desenvuelve bien con los medios de comunicación, ya en 2012 tuvo “la fortuna de dar un premio de 40.000 euros”, apunta. Un preámbulo por el cual ya intuía el despliegue mediático y la repercusión que iba a tener este del Cuponazo. “Vengo muy bien ‘arreglao’ a trabajar pero ese día vine más. El Obama no me llegaba a la altura del betún... Me sentí el hombre más importante del mundo”, apostilla (1,00 MB) . Y es que dar el premio es como “una bocanada de aire fresco a nuestro trabajo diario, al esfuerzo. A todo vendedor de la ONCE yo le deseo que tenga un día tan feliz como el mío”, concluye
(0,35 MB) . Pues así sea... ¡Suerte y buena venta!
Genoveva Benito