Estás en:

Arranca la campaña “Coge mi mano” que conmemorará el 10º aniversario de FOAPS

Momento del acto de presentación del cupón conmemorativo de FOAPSLa ONCE puso de largo, el pasado viernes 13 de enero en Madrid, la celebración del 10º aniversario de la Fundación ONCE para la Atención de Personas con Sordoceguera (FOAPS) que se va a conmemorar a lo largo de todo el presente año 2017, con la presentación del cupón del miércoles 18 de enero, cuyo motivo está dedicado a esta efeméride.

La vicepresidenta 2ª de la ONCE, Patricia Sanz, presentó el cupón y entregó una réplica del mismo al director general adjunto de Servicios Sociales para Afiliados de nuestra Organización y presidente de FOAPS, Andrés Ramos, a quien acompañaban Genoveva Barquero, persona con sordoceguera, y la mediadora Almudena Espinosa.

Sanz calificó de “valiente” la determinación de la ONCE para crear esta Fundación hace ahora 10 años para prestar un mejor, más amplio y específico apoyo a estas personas. “Una década después acumulamos en total más de 540.000 horas de mediación, todo un logro”, destacó la vicepresidenta formato MP3 audio(0,36 MB) . Por su parte, Ramos, insistió en la necesidad de “seguir creciendo” y dar más visibilidad a este colectivo demostrando también sus capacidades, y mejorando incluso los ratios de 2016, que, según el presidente de FOAPS formato MP3 audio(0,60 MB)  batieron un nuevo record de horas de mediación, con 83.300 horas a disposición de 422 usuarios, en el conjunto del Estado.

En tal sentido, FOAPS va a llevar a cabo por toda España -con el apoyo de la ONCE- durante este año una campaña de demostraciones para dar a conocer a la sociedad la realidad de estas personas al grito de “Coge mi mano”. Esta Fundación de carácter  asistencial, constituida a instancias de la ONCE el 20 de julio del 2007, se marcó como objetivo la atención de las necesidades específicas de las personas con sordoceguera, poniendo particular interés en los relacionados con la educación y el empleo, al objeto de procurar la integración socio-laboral y mejorar la calidad de vida de estas personas y favorecer su desarrollo humano e intelectual.

Antecedentes

Ya antes de la puesta en marcha de FOAPS, la ONCE contaba con una Unidad Técnica de Atención a Sordoceguera, que entró en funcionamiento efectivo al principio de 2001, aunque desde 1987 existía de hecho un programa específico para personas sordociegas que, aprovechando la experiencia de atención que tenía la ONCE desde sus inicios, se formalizó en un Programa de Atención estructurado en ‘aulas’ ligadas a los Centros de Recursos Educativos de la Organización, y que contemplaba igualmente las necesidades de las personas sordociegas adultas.

De izquierda a derecha, Almudena Espinosa, Genoveva Barquero, Patricia Sanz, Andrés Ramos y Esther Requena.jpgEntre las actividades de FOAPS, destacan la mediación socio-educativa que se realiza con 100 mediadores personales, para   promover y apoyar la comunicación  de la persona con sordoceguera, que le permita establecer el máximo dominio posible sobre su entorno. Y la información y divulgación, mediante diferentes actividades divulgativas (publicación de folletos, charlas, etc.) encaminadas a divulgar esta discapacidad, así como las necesidades que tienen las personas sordociegas.

La sordoceguera es una única discapacidad que resulta de la combinación de dos deficiencias sensoriales (visual y auditiva), provocando problemas de comunicación únicos y necesidades especiales derivadas de la dificultad para percibir de manera global, conocer y por tanto interesarse y desenvolverse en el entorno. La persona con sordoceguera tiene más restringidos los estímulos que si tuviera limitaciones en uno solo de los sentidos. Por eso, es necesario poner en práctica otras metodologías, tanto en la educación de los niños como en la habilitación y rehabilitación de los jóvenes y los adultos, basadas en el aprovechamiento no sólo de los posibles restos de vista y oído, sino también de los demás sentidos, fundamentalmente el tacto.

“Coge mi mano”

El lema elegido para esta campaña tiene que ver con las necesidades de comunicación de estas personas, que reciben principalmente la información a través de sus manos, mediante diferentes sistemas. Algunas de ellas disponen de algún resto visual y se comunican con lengua de signos en el aire, que es apoyada al tacto, a las manos, cuando hay poco o ningún resto de visión. O bien se comunican mediante sistemas alfabéticos, más fáciles de aprender, como el dactilológico o la escritura en mayúsculas sobre la palma de la mano. En algunos casos, incluso, algunos se comunican a través de las tablillas de comunicación cuando el interlocutor no conoce su sistema.

Por otro lado, la tecnología ha avanzado mucho y cada vez son más las personas con sordoceguera que utilizan para comunicarse ordenadores y móviles, siempre que estos sean accesibles. Leen los textos a través de una línea braille o sistemas lectores de amplificación de voz. No obstante, en la mayor parte de las ocasiones es preciso recurrir a su sistema de comunicación manual. Para que esto suceda con la naturalidad apropiada, es preciso dejar de lado los prejuicios y coger la mano de la persona con la que queremos comunicarnos, o dejar que sea la persona con sordoceguera quien coloque las suyas sobre las nuestras para iniciar ese acto tan simple, pero tan importante, que es la conversación. De ahí el “coge mi mano” de la campaña.