Delica Díez y Julián Ramírez: "Sí, claro, ahora te compran con más alegría"
- El Cuponazo del viernes 17 de marzo reparte más de 10,3 millones de euros, en Bilbao
La ilusión sembró tierras vascas de la mano de dos agentes vendedores de los productos de juego de la ONCE, Julián Ramírez Castellanos y Delica Díez Corrales, con el sorteo de la ONCE del 17 de marzo. Estos veteranos trabajadores, que coinciden en llevar 17 años en la venta, han protagonizado, en mayor o menor medida, el reparto de 10.325.000 euros: con el Cuponazo, los nueve millones de euros (nº 49761, serie 032), más 49 cupones con 25.000 euros cada uno, y otros 100.000 euros por uno de los premios adicionales... La suma, ¡para saltar de alegría!
Se conocen de toda la vida, o casi. Coinciden en tiempo laboral, y tan sólo les separa una calle en su desempeño. “Estamos casi ‘pegaos"; Julián y yo nos conocemos desde hace años y siempre nos hemos llevado genial”, declara Delica con desparpajo. “Cuando él ha estado de vacaciones yo he podido hacer alguno de sus abonados... Siempre nos hemos arreglado muy bien y estamos contentos”, comenta (0,32 MB).
Y Julián suscribe lo dicho por su compañera de faena, “que vendió el cupón de los 100.000 euros”, nos dice, y con quien se lleva “muy bien”. “Ambos trabajamos con mucha ilusión”, confiesa.
Julián fue el protagonista de la venta de ese Cuponazo de los 9 millones. Aún le comen los nervios cuando relata cómo en la noche del sorteo “no era capaz de ver si había dado una o dos cifras... Y cuando me fijé bien (0,67 MB) -exclama- ¡Si es el número entero! Incluso le pedí a mi mujer que me lo corroborara ¡Uff, estuve toda la noche sin dormir dándole vueltas!”. Aún así, amaneció feliz y afrontó la intensa jornada del día siguiente atendiendo, con su habitual sonrisa, a los medios de comunicación: “estuve con la televisión, con periódicos...”. Y es que la repercusión mediática siempre ayuda a ser más visible y relanzar la venta, al menos en los siguientes días de trabajo. “Sí, se ha notado un poco; no ha sido para ‘tirar tiros’ pero algo sí, claro, algo se ha notado...”, señala Julián cauteloso (0,51 MB) mientras vende en su quiosco de la céntrica Gran Vía de Bilbao.
A pocos metros de distancia, en su stand ubicado en un conocido centro comercial, Delica se muestra también contenta y positiva
(0,37 MB): “pues mira, la gente viene mucho más contenta y te compra. No sé si más, pero sí con más alegría. Si habitualmente se llevan un cupón, ahora se llevan dos; tampoco es gran cosa, pero, bueno, la alegría con la que se acercan merece la pena”.
Desde que cumplió los 22 añitos trabaja en la Organización de Ciegos. Está felizmente casada y acaba de ser madre hace un par de años, cumplidos ya los 37. “La ONCE significa todo para mí. Me ha dado la oportunidad de trabajar y gracias a ello he conseguido la independencia económica, poder realizarme, comprar mis cosas...”, confiesa agradecida (0,31 MB) nuestra compañera, oriunda de Bilbao.
De Portugalete (Vizcaya) es Julián, de 57 primaveras, también casado y padre de una niña que va a cumplir 10 años. La ONCE -dice- le aporta “una estabilidad económica muy buena”; y echando la vista atrás nos cuenta que antes trabajó “en un supermercado, de cajero, y antes como celador en una residencia... Andaban mal las cosas y por mi discapacidad física pude acceder a la venta del cupón”. Una tarea en la que asegura que el cupón del viernes “es el que más vendo..."(0,50 MB). ¡Ah!, y entre semana los rascas están empezando a tirar poco a poco, aunque les cuesta. A ver ahora, con el cupón del Día de la Madre, cómo se portan. Esperemos que con el tirón este del Cuponazo vendido empiece también a funcionar mejor...”.
Pues no es otro nuestro deseo: ¡buena venta, compañeros!
Genoveva Benito