Casi coincidiendo con la celebración nacional del Día del Teatro (27 de marzo), la ONCE ha levantado el telón en Galicia de la que es ya XVI edición de su Bienal teatral, una cita que reúne -cada dos años- a las agrupaciones más en forma integradas por actores y actrices ciegos. Ocho compañías levantan estos días 15 montajes en 10 distintas localidades gallegas para mostrar que el arte de Talía, creado por los griegos a imitación del manejo que lo dioses realizaban de las vidas humanas, no tiene por qué maniatarse por ninguna cadena, incluida la falta de visión.

Tras varias décadas de trayectoria, el movimiento teatral ONCE ha adquirido una experiencia y solidez extraordinarias. Nuestros grupos mantienen una actividad continua que les lleva a presentar sus montajes en los foros y festivales más prestigiosos, incluso fuera de nuestras fronteras; han incorporado a directores escénicos de primer nivel; se han subido a los escenarios más envidiados y, en definitiva, se han granjeado un prestigio que les llevó a recibir, colectivamente, el Premio Max de Teatro Amateur en 2013.

Ahora llegan a Galicia con un ramillete de montajes que van de la tragedia griega a la comedia moderna o el drama social, atreviéndose con la ‘Lisístrata’ de Aristófanes o autores nacionales de vanguardia como Alfredo Sanzol... Nada se resiste al entusiasmo y al talento de estos actores ciegos porque, en su propia actividad diaria, en su compromiso con las tablas, su dedicación y su disciplina formativa encuentran una senda inmejorable de disfrute y de reivindicación, de formación personal y de normalización de sus relaciones sociales y culturales, que trasciende cualquier matiz vinculado a su mermada capacidad visual.

Históricamente aficionadas al disfrute del teatro como público, muchas personas ciegas ven ahora derribada una gran barrera con la lenta pero progresiva extensión de la audiodescripción de las obras en múltiples salas de todo el país. Pero el asalto de la cuarta pared que constituye su propia incorporación a los escenarios acaba de cerrar virtuosamente el círculo: Talía sonríe desde el proscenio y se felicita en galego ante cita tan hermosa.