TPV: llega el anhelado pago con tarjeta
Introducir el pago mediante tarjeta de crédito de los productos de juego de la ONCE a través del TPV de sus vendedores supone, antes que nada, satisfacer una reivindicación largamente expresada por los propios agentes que los comercializan. Este sistema de pago se ha extendido cual reguero de pólvora por todos los ámbitos de compra y hace tiempo que conquistó el territorio de las pequeñas transacciones comerciales, convirtiéndose además en preferido por las nuevas generaciones. Incluso en España, que presenta la menor tasa de penetración del dinero electrónico entre los países de nuestro entorno, hoy, y especialmente los jóvenes, utilizan ya la tarjeta para comprar todo tipo de productos, incluido el menudeo.
Pero también los adultos, y muchas personas mayores, tienden a valerse de un pago con tarjeta que les libera del continuo manejo de efectivo, o reduce el volumen que requieren portar para cubrir las necesidades cotidianas. Por si ello fuera poco, autoridades y responsables institucionales coinciden en fomentar claramente un movimiento, lento pero sostenido, de sustitución del dinero en efectivo. Como señala el especialista español Javier Santacruz, a raíz de la decisión del Banco Central Europeo de dejar de imprimir billetes de 500 euros, “estamos ante un cambio estructural de la economía (...) la eliminación progresiva del dinero en efectivo en nuestra sociedad”, coincidente -señala- con “la bancarización total de los negocios”.
Los juegos de la ONCE no podían quedarse atrás y, superado el reto del correcto manejo del Terminal Punto de Venta (TPV) por sus más de 20.000 vendedores, nos disponemos a poner en marcha la mayor red de pago con tarjeta del mundo operada en su totalidad por personas con discapacidad. Damos así respuesta a una realidad social que nos rodea (en julio de 2016 las compras con tarjeta superaron por primera vez al pago en efectivo) y, sobre todo, seguimos mostrando ejemplos de modernidad, apertura, cercanía y tecnología adaptada y accesible para todos, sin excepción. La implantación de este avance será un hecho consumado y un rotundo éxito en un plazo más corto del que los más optimistas podamos esperar.