A estas alturas del año, bien entrada la primavera, aparece cada año el tradicional “Sorteo de Oro de la Cruz Roja”. Esta institución, señera y emblemática donde las haya, enmarca su actuación en el ámbito de la acción social sobre distintos colectivos; y año tras año requiere nuestra colaboración a la hora de conseguir fondos y recursos para poder desarrollar y acometer proyectos en un terreno por todos nosotros conocido, el de la acción social.

Ni siquiera cuando Henry Dunant sintió la necesidad de fundar la Cruz Roja, tras la batalla de Solferino (Italia), en 1859, pudo imaginarse que esta institucional universal, con representación prácticamente en todos los Estados, utilizaría como instrumento de financiación para la obtención de recursos la celebración de sorteos de lotería, cuyo premio consistiría en lingotes de oro. En España, el arraigado Sorteo de Oro de la Cruz Roja, tuvo lugar por vez primera en 1980, sumándose a esta colaboración la ONCE, desde el año 2012.

Es interesante observar la evolución de Cruz Roja como una institución de ámbito universal, que en sus orígenes nació con vocación principalmente humanitaria para atender “heridos de guerra” y que con el paso del tiempo ha ido ampliando sus actuaciones hacia otros proyectos de naturaleza social no estrictamente ligados a fenómenos bélicos.

Por lo que respecta a la ONCE, son ya seis años con este los que viene colaborando con la Cruz Roja en la comercialización de su popular y tradicional Sorteo de Oro, un producto muy conocido en toda la geografía española ya que en todos los sitios, esquinas y rincones se pueden ver personas que colaboran, con su pequeño granito de arena, a que la Cruz Roja consiga generar unos buenos ingresos, y así abordar y poner en marcha con ellos los muchos proyectos sociales que permanentemente lleva a cabo.

En esta misión, la ONCE interviene y realiza un generoso esfuerzo, poniendo su red de ventas, vendedores y vendedoras, al servicio de esta “buena causa”, para que con su habilidad comercial se puedan obtener más recursos aplicables a fines sociales. En este sentido, y a diferencia de otras entidades, organizaciones y empresas, la colaboración de la ONCE reviste alguna singularidad, debido sobre todo a que nuestra institución genera principalmente sus ingresos comercializando distintos productos de cada una de sus modalidades de lotería, por lo que el reto consiste en incluir dentro de su cartera de productos a promocionar al publico el Sorteo de Oro de la Cruz Roja, conviviendo con el resto de sus productos propios.

Para ello, y al objeto de reconocer el esfuerzo y la solidaridad de la red de ventas de la ONCE, además de retribuir con las correspondientes comisiones las ventas de este sorteo, se suele articular alguna acción promocional, incentivando con packs regalo el logro o consecución de una serie de objetivos, de forma que la calidad y valor de dichos regalos está en consonancia con el nivel de objetivos de venta alcanzados: restaurantes con encanto, circuitos spa, actividades de aventura, momentos relajantes y similares.

Este año la acción promocional pretende ampliarse a otros profesionales, integrantes de los equipos comerciales, ya que su acción incide e influye en la dinámica comercial, y por tanto en los resultados, lo que provoca una gran implicación.

La ONCE como institución de referencia en el tercer sector, en el que las ONG desarrollan su actuación, se siente absolutamente comprometida con la cooperación y solidaridad, y por tanto ayuda y ayudará a Cruz Roja a obtener recursos para que sean asignados a proyectos sociales.

Este año, el popular “Sorteo de Oro” se realizará el día 20 de julio en la ciudad de Santander.

En cuanto a las características del producto, su precio es de cinco euros por boleto y cuenta con tres primeros premios dotados con 3.000.000 € , 1.500.000 € y 750.000 €, en lingotes de oro, respectivamente.