Su ‘Informe de Valor Compartido 2016’, elaborado conjuntamente, se pone de largo en todas las Comunidades Autónomas

La ONCE incrementó las ventas de sus diferentes productos de juego un 6,2% en 2016, hasta los 1.918,3 millones de euros, lo que le permitió afianzar e incrementar su labor social e impulsar 9.557 nuevos empleos para personas con discapacidad... Son datos del 'Informe de Valor Compartido 2016' de ONCE, su Fundación y sus empresas sociales ILUNION, que resume la aportación social y económica de la Organización a la sociedad: su labor con las personas ciegas; la solidaridad con el resto de la discapacidad a través de Fundación ONCE o la rentabilidad económico-social de ILUNION.

Dicho documento se está presentando durante estos días por todo el Estado para acercar a la sociedad española la dimensión de esta labor, tanto en los rubros nacionales como en los correspondientes a cada uno de los centros territoriales de la Organización, en la iniciativa de Comunicación compartida más importante de todo nuestro grupo, que se lleva a cabo por segundo año consecutivo y muestra la enorme dimensión de la labor que realizan conjuntamente, como explica el director de Comunicación e Imagen de la ONCE y su Fundación (0,95 MB), Antonio Mayor.

ONCE, Fundación ONCE e ILUNION se presentan así, de modo conjunto, ante la ciudadanía, para mostrarse transparentemente como lo que constituyen: una entidad que nace de la sociedad y le devuelve cuanto de ella recibe a través de inversión social, centrada especialmente en las personas con discapacidad. En ese objetivo, la ONCE, que en 2018 va a cumplir nada menos que 80 años, mantiene su apuesta de futuro por un país más inclusivo y solidario, apoyando la innovación social y las tecnologías accesibles de vanguardia, como claves de su acción actual, junto al inconformismo ante las barreras y las dificultades, según destaca también Antonio Mayor (1,71 MB).

En cada una de las presentaciones que están girando visita a los diferentes centros del ONCE por todo el Estado se ha querido contar, además, con dos nuevos empleados, incorporados en los últimos tiempos, al área de vendedores de productos de juego de la Organización y de otra de las áreas de actividad del grupo, respectivamente. Un modo de poner rostro y voz a esas estadísticas de incremento del empleo (esos casi 10.000 trabajadores incorporados en 2016), en cada uno de los ámbitos territoriales de la Organización, porque en definitiva estamos hablando de historias de personas, experiencias de carne y hueso que dan su verdadera dimensión al objetivo de contribución al empleo que se ha marcado todo el grupo, en especial tras el estallido de la crisis hace ahora 10 años, señala Mayor (1,45 MB). 

Recuperación del juego responsable

El juego responsable comercializado por la ONCE, principal motor de su acción social, acumula dos años de incrementos, con un modelo -único en el mundo- que suma la fuerza de casi 20.000 vendedores (19.700 miembros de plantilla media en 2016), todos ellos personas con discapacidad. Además, ha acometido un ambicioso plan de modernización, con la incorporación de punteras tecnologías de venta a través de internet, móvil o TPV accesibles, que acaba de redondear con el estreno de la opción de pago mediante tarjeta de crédito. Esquema comercial al que se une un canal complementario de establecimientos, cuidadosamente seleccionados, a los que se ha autorizado para desarrollar la venta de sus productos de juego. En todo caso, de los agentes vendedores -emblema y principal activo de la tarea de la ONCE- provienen el 92,9% de las ventas globales, repartiéndose los otros dos canales el 7,1% restante. Por productos, en 2016 se mantuvo la facturación de los ‘pasivos’ (las diferentes versiones del cupón) y subieron especialmente los ‘activos’ (arrastrados por el Eurojackpot) y las loterías instantáneas.

En el capítulo de empleo de vendedores, en los últimos cinco años la ONCE ha suscrito 3.645 contratos indefinidos, a razón de 730 anuales, lo que supone dos vendedores fijos cada día.

Con estos datos, ONCE, Fundación ONCE e ILUNION suman una fuerza de empleo que asciende a 68.467 personas, el 57% de ellos personas con discapacidad -un punto más que el año anterior-, lo que representa uno de cada 278 empleos del mercado laboral español. Y hay que destacar también que en ese cómputo de empleo hay más de 30.000 mujeres, un 44% de la plantilla.

En los últimos 20 años, la Organización ha impulsado 107.371 puestos de trabajo para personas con discapacidad dentro y fuera de su ámbito, a razón de 15 empleos diarios.

La huella social del cupón

La mejora obtenida en los ingresos por juego estos dos últimos ejercicios se ha traducido en una consecuente inyección de inversión social en los distintos campos de acción de la ONCE y de su Fundación. Merece resaltarse el esfuerzo inversor dedicado a la cobertura de 72.256 personas ciegas o con discapacidad visual grave, con 3.438 nuevos afiliados en 2016, quienes -desde el día de su ingreso- cuentan con un programa personalizado de inclusión global: social, rehabilitador, laboral, educativo, cultural, de movilidad, etc.

En esta línea, en 2016 se entregaron de forma totalmente gratuita 136 perros guía a otras tantas personas ciegas (con un coste medio de 30.000 euros por ejemplar); se intensificó la labor de la Fundación ONCE para la Atención a Personas con Sordoceguera (FOAPS), que cumple 10 años y alcanza la cifra de 100 profesionales mediadores y 80.000 horas de mediación dedicadas a los integrantes de este colectivo; la atención a 7.497 estudiantes ciegos -el 99,4% en educación integrada- con 1.600 profesionales a su servicio entre maestros, psicólogos, trabajadores sociales, técnicos en rehabilitación, tecnología, deporte, etc.; se impulsaron 66 proyectos de investigación y 12 de prevención de la ceguera; o se llevaron a cabo 50.790 adaptaciones bibliográficas en sonido y braille para personas ciegas, entre otras acciones. En total, una inversión directa de 150,9 millones de euros en el conjunto del Estado, sólo en 2016.

Es la verdadera “huella social” del juego responsable de la ONCE, que reparte así cada 100 euros que ingresa de la solidaridad diaria de la sociedad española con la compra de sus productos: 51,2 euros van a pago de premios; 24,3 al pago de los vendedores; 12,7 euros a gastos indirectos de la gestión del juego (con toda la estructura administrativa de la Organización); 3,1 euros se transfieren a Fundación ONCE para solidaridad con otros colectivos de la discapacidad; y 7,9 euros se destinan a servicios sociales para personas ciegas (los 80 céntimos restantes, de cada 100 euros recaudados, se dividen entre hacer frente a posibles contingencias, prima a trabajadores por resultados y otros programas especiales).

Fundación ONCE, principal generador de empleo

Por su parte, Fundación ONCE intensificó en 2016 su actividad centrada en formación, fomento del empleo, accesibilidad, análisis, visibilización e información para personas con discapacidad, con una inversión total de más de 74,8 millones de euros distribuidos por toda la geografía estatal, como una lluvia fina que impulsó 1.762 proyectos en beneficio de estas personas y sus organizaciones (51,9 millones destinados a empleo y formación y 22,9 a accesibilidad).

En esta línea, se amplió la labor de formación y mediación para el empleo de las personas con discapacidad que realiza a través de Inserta Empleo, entidad que gestionó el año pasado una bolsa de 233.027 demandantes con discapacidad gracias, en parte, al nuevo marco de financiación logrado desde el Fondo Social Europeo (FSE) -del que Fundación ONCE es entidad beneficiaria y organismo intermedio-, a través de los programas de Inclusión Social y Economía Social, y de Empleo Juvenil.

Economía social en alza

En cuanto a la tercera pata de este gran proyecto ONCE, su grupo de empresas sociales ILUNION, en 2016 vio crecer su cifra de negocio en un 5,7%, alcanzando los 796,4 millones de euros y un ebitda de 39,5 millones. El porcentaje de trabajadores con discapacidad en su plantilla al cierre del ejercicio se situaba en el 43,3%, logrando así compatibilizar los objetivos de rentabilidad económica y rentabilidad social.

El grupo empresarial cierra en positivo su segundo ejercicio consecutivo bajo esta nueva marca ILUNION, ya asentada entre la ciudadanía por sus cinco divisiones: business y facility services; sociosanitaria; de consultoría; turismo; y de comercialización.

Y es que este grupo de empresas sociales está presente en todas las comunidades autónomas a través de 479 centros laborales, el 50% de ellos Centros Especiales de Empleo (CEE), y cuenta con 1.350 posiciones de contact center; 85 tiendas de conveniencia; 26 hoteles urbanos y vacacionales; 41 plantas de lavandería industrial; ocho residencias de mayores y personas dependientes; 10 centros de día; o 25 clínicas de fisioterapia propias y asociadas.

Solidaridad internacional: el emblema de Iberoamérica

Por otra parte, la ONCE intensificó en 2016 su labor de cooperación y apertura al exterior, especialmente en Iberoamérica, con la intención de trasladar el modelo de cobertura socio-económica de la Organización a algunas iniciativas en aquellos países.

De este modo, se amplió la labor social y de cooperación de la Fundación ONCE para América Latina (FOAL), especialmente apoyando la inclusión educativa y laboral de las personas ciegas o con discapacidad visual con proyectos como un aula de recursos para la atención de estudiantes con discapacidad visual de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras; creación del centro de recursos tiflotecnológicos para la formación de profesionales de la educación, de la Escuela Graciela Pintado de Madrazo (Tabasco, México); o un proyecto piloto para la inclusión social de mujeres indígenas con discapacidad visual en Guatemala, entre decenas de acciones en hasta 19 países, con especial incidencia en varias localizaciones en Colombia.

Pero además, se han iniciado los trabajos para trasladar hasta allí, siempre en cooperación con su propio tejido asociativo de la discapacidad y con los organismos locales competentes, acciones de carácter socio-económico como la creación de la primera lavandería industrial de Colombia, que incluirá un 50% de personas con discapacidad en plantilla; la implantación de herramientas útiles para la formación y búsqueda de empleo (como los programas Insertaen España), o la colaboración con las loterías públicas de estos países, reunidas en la Corporación Iberoamericana de Loterías y Apuestas del Estado (CIBELAE), para que viren sus iniciativas de acción social hacia las personas con discapacidad, como ya se hace en buena medida en Europa.

Todo ello con el objetivo, impulsado por la ONCE y otras organizaciones en la Cumbre Iberoamericana de Cartagena de Indias (Colombia) en noviembre de 2106, de poner en marcha el I Programa Iberoamericano sobre Discapacidad, que impida que cualquier persona con discapacidad quede atrás en el proceso de desarrollo de América Latina.