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Las personas por bandera

La ONCE lleva muchos años presente en Bruselas por muy diversos medios. Con visitas específicas de sus consejeros para que conozcan las instituciones europeas, con exposiciones in situ en las que ha llevado hasta la capital comunitaria muestras empíricas de su tarea cotidiana y, sobre todo, con su vocación de permanente contacto y fluida comunicación con los interlocutores de la UE. Tanto con los ejecutivos de la Comisión, responsables de las áreas que más directamente nos competen, como con los europarlamentarios, titulares de la soberanía de los pueblos que conforman la Unión y sobre quienes recae la gran responsabilidad de legislar el marco de convivencia que regula la vida de más de 500 millones de ciudadanos, por encima de las normas nacionales... En esa permeabilidad, para la ONCE tiene singular relevancia auspiciar la presencia en nuestro propio país de los mandatarios y parlamentarios europeos. Es aquí, sobre el terreno, donde tenemos la verdadera oportunidad de mostrar qué hacemos, a través de qué medios y con qué resultados efectivos. 

Estos últimos años se han sucedido así visitas de los comisarios cuya competencia más directamente implica las áreas de la inclusión social, de la educación, de la formación profesional y el mercado de trabajo... Y hace sólo unos días ha sido una nutrida representación de la Comisión de Empleo del Parlamento Europeo la que ha podido conocer, de primera mano, nuestra función asistencial, formativa y ejecutiva, enfocada especialmente a la integración laboral.

Una vocación que permite a ONCE, su Fundación e ILUNION mantener cerca de 70.000 puestos de trabajo en España, unos 10.000 de ellos generados sólo en 2016. Y no hablamos de cualquier empleo, sino precisamente del centrado en las personas con mayores dificultades en el acceso al mercado de trabajo y en su inclusión e integración social en todos los órdenes, como son las personas con discapacidad.

Por ello adquiere especial relevancia que la presidenta de la Comisión, la letona Tatjana Zdanoka, con la aquiescencia del resto de la delegación del PE que ha visitado España, expresase su admiración por este modelo y sugiriera literalmente la conveniencia de “exportarlo” al conjunto de los países comunitarios. Un espaldarazo a una tarea que, desde hace casi 80 años, viene renovándose día a día con la atención a las personas como santo y seña, y provocando -como destacó Zdanoka- la complicidad de instituciones, Administración, empresas y la sociedad en su conjunto en ese objetivo compartido.