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Las personas sordas se incorporan al convenio Fundación Vodafone-Fundación ONCE de accesibilidad audiovisual

AG Bell y Oír es la clave denuncian al tiempo las graves carencias en cine y TV que todavía arrastra nuestro país

De izquierda a derecha, Santiago Moreno, José Luis Aedo, José Luis Martínez Donoso y Concha Díaz unen sus manos, tras rubricar el acuerdoLas dos principales organizaciones representativas en nuestro país del colectivo de personas sordas, la Fundación de la Confederación Nacional de Personas Sordas (CNSE)Abre Web externa en ventana nueva, y la Confederación Española de Familias de Personas Sordas (FIAPAS)Abre Web externa en ventana nueva firmaron el pasado 5 de febrero su adhesión al acuerdo de colaboración que mantienen Fundación Vodafone EspañaAbre Web externa en ventana nueva y Fundación ONCEAbre Web externa en ventana nueva para impulsar la accesibilidad audiovisual.

Concha Díaz, presidenta de la Fundación CNSE, y José Luis Aedo, presidente de FIAPAS, fueron los encargados de firmar la adhesión de cada una de las partes junto a Santiago Moreno, director general de Fundación Vodafone España, y José Luis Martínez Donoso, director general de Fundación ONCE. Estas dos últimas mantienen un convenio, que incluye la creación del fondo para el ‘Impulso de la accesibilidad audiovisual’ así como la puesta en marcha de una comunidad de voluntarios encargados de transcribir contenidos audiovisuales, iniciativas a las que a partir de ahora se suman tanto la Fundación CNSE como FIAPAS. 

Además, trabajarán para facilitar la transcripción de material académico en al menos seis universidades españolas y para mejorar el acceso al aula de alumnos sordos o de otros colectivos cuya participación plena en la actividad académica se vea favorecida por la aplicación de estas técnicas.

La "quimera" del cine accesible

La iniciativa de FIAPAS y Fundación CNSE coincide con la denuncia de otras  entidades ligadas a las personas sordas, que han dejado oír su voz tras la reciente gala de entrega de los Premios Goya del cine español para denunciar las carencias en materia de subtitulado de los contenidos televisados y de las salas de cine en nuestro país, que -pese a los avances registrados- consideran “manifiestamente mejorable”.

Las organizaciones AG Bell InternationalAbre Web externa en ventana nueva y Oír es Clave (“Clave atención a la deficiencia auditiva”)Abre Web externa en ventana nueva hicieron público con este motivo, el pasado 7 de febrero, una nota en la que reclaman “un subtitulado de calidad en los contenidos audiovisuales”, pues se trata -afirman-, “ni más ni menos, de que los espectadores sordos accedan a la información en igualdad de condiciones”. Un colectivo que elevan a más de un millón de personas en nuestro país.

Una persona sorda (en primer plano) contempla una película en una sala de cine siguiendo los diálogos gracias al subtituladoEn España el subtitulado televisivo está regulado por la norma UNE 153010, elaborada por la Asociación Española de Normalización y Certificación (AENOR), que establece unos estándares de calidad para los subtítulos del teletexto destinados a personas con déficit auditivo. Pero -denuncia AG Bell- “resulta más sencillo para este más de millón de personas acudir a una sala donde se proyecte un filme en versión original con subtítulos”. Todo ello a pesar de que la Ley del Cine obliga al Gobierno a ayudar a productores y distribuidores de películas en la adaptación de sus films “para todos los públicos” (con hasta el 50% del coste total en subtitulado y audiodescripción), así como a apoyar a las salas que adapten sus instalaciones.

El Ministerio de Cultura ha previsto, por su parte, modificar en este sentido algunos aspectos de la Ley de Cine, pero ésta ha sido una asignatura pendiente más en el incumplimiento por parte del Gobierno del compromiso, vencido el pasado 4 de diciembre, para aplicar la Ley General de Derechos de Personas con Discapacidad y de su Inclusión Social de modo que todos los productos, bienes, entornos y servicios fueran accesibles.

En cuanto a las salas de cine -insisten-, apenas hay locales provistos de bucle magnético y/o películas subtituladas para personas sordas: “La instalación de un aro de inducción magnética en toda la sala o al menos en una zona delimitada facilitaría el seguimiento de las películas a las personas usuarias de audífonos e implante coclear”, señalan las mismas fuentes. “La tecnología ha permitido a algunas salas la implantación de sistemas interactivos. También existen aplicaciones para que las personas sordas pueden seguir el subtitulado o ver la lengua de signos en su teléfono o tableta. Y algunos canales temáticos han incorporado el servicio de subtitulado para sordos -admiten-. Pero todavía se está lejos de la plena accesibilidad”.