Escuchar el agua, los pájaros, poder tocar animales y sentir la textura de sus pieles, son algunas de las características del nuevo parque que se inauguró, el 24 de febrero, en la localidad serrana de Benagéber. (Valencia). Se trata de la adecuación de un parque junto a la ermita de San Isidro para su conversión en un espacio adaptado, donde las personas con discapacidad visual disponen de los carteles y la señalética en sistema braille y en el que las personas con discapacidad motriz van a encontrar un espacio también adaptado a sus necesidades.
Dista unos 600 metros del casco urbano y el visitante podrá encontrar una fuente que funciona con energía solar, que permite escuchar la 'música del agua'. También observará diversos nidos utilizados por las aves de la zona, lo que facilita poder disfrutar del sonido de los pájaros. “Hay además un ciervo de 2.5 metros de alto fabricado con material de fibrocristal para poder tocarlo transmitiendo, con el sentido del tacto, la piel del animal. Y hay también ranas, jabalís, un búho,…”, ha explicado Rafael Darijo, alcalde de la localidad.

El Ayuntamiento, en el marco del Plan de Competitividad Turística de la Mancomunidad del Alto Turia, ha apostado por esta iniciativa de turismo integrador y global que además pone en valor espacios ya existentes dotándolos de una singularidad que lo convierta en referente del turismo de interior en la Comunitat Valenciana. 

El parque estará abierto al público 24 horas al día desde el 24 de febrero. Información sobre Benagéber y su entorno.