La Universidad de Castilla-La Mancha y la ONCE están colaborando para que los futuros historiadores de arte aprendan cómo han de facililtar el acceso a los bienes culturales a a las personas con discapacidad visual. No es la primera vez, tampoco será la última, que estudiantes del Grado de Arte de esta Universidad (Campus de Ciudad Real),  experimenten con el tacto otra manera de ver y acercarse al arte y, también, aprender cómo comunicarlo cuando sea necesario. Ya habían visitado algún Museo de Ciudad Real para vivir esta experiencia. Y el 20 de febrero desembarcaron en el madrileño Museo Tiflológico de la ONCE, una sala específicamente concebida para conocer el arte con todos los sentidos. Lorenzo Villahermosa, director de la Agencia de la ONCE en Ciudad Real, es el artífice de esta colaboración, que se inició el pasado año con tan buen resultado que tanto ONCE como Universidad decidieron repetir. Villahermosa ve la experiencia muy positiva: “porque el objetivo es que futuros historiadores, profesores de arte, sepan como transmitir  su conocimiento en arte a una persona ciega" (0,48 MB) (1,08)

El objetivo del curso es darle a los alumnos de Historia otra perspectiva. Los que se decanten por la enseñanza van a saber cómo trabajar en este aspecto con una persona con discapacidad visual y qué recursos pueden emplear para explicar cómo son, por ejemplo, la catedral de Burgos o la de Toledo... Y sobre todo van a comprobar, además, que una persona con discapacidad visual puede también disfrutar del arte. 

Acompañados de Verónica Gijón, la profesora que coordina el curso, una veintena de alumnos -acompañados por un pequeño grupo de personas con discapacidad visual- disfrutaron del recorrido y las explicaciones de Mirella, una de las guías del Museo Tiflológico. Los estudiantes pudieron de este modo poner especial atención en cómo se debe explicar una obra de arte y facilitar su comprensión a un visitante ciego. Así, siguieron atentamente las explicaciones de Mirella, que se detuvo en varios monumentos emblemáticos; el primero, la maqueta del Partenón ateniense (0,44 MB), uno de los más característicos de la Historia del Arte antiguo.

Varios alumnos quisieron, además, conocer con su propio tacto y provistos de antifaces algunas piezas de arte, maquetas o conjuntos monumentales. Pudieron observar al tacto la escultura en bronce de 'La castañera', del artista afiliado Daniel Calvo Pérez, maquetas como las de la Torre Eiffel o la de Pisa, y también el conjunto urbano de la ciudad de Toledo...

A Andrea, estudiante de segundo curso de Historia del Arte, que participó en ese recorrido táctil, "a ciegas", por Toledo, le parecía muy difícil comprender con qué se corresponden los volúmenes que se van apreciando con los dedos, qué representan, sobre todo si no tienes información previa de lo que vas a observar al tacto..., aunque admite que entrenándolo y con un poco de imaginación, sí es posible: (0,03) “Es muy difícil imaginarte el volumen... tocas solo partes. Yo lo veo muy difícil (0,51 MB)”

La impresión de los estudiantes, en conjunto, pese a que ya habían realizado una experiencia de accesibilidad en un museo de Ciudad Real, resultó muy positiva.

Todos suscriben la valoración de Andrea: "Es una muy buena experiencia para los historiadores" (0,51 MB). “Sintiendo nuestro arte” es la denominación de esta iniciativa articulada en conferencias y visitas a museos. Una de las charlas impartidas corrió a cargo, precisamente, de técnicos de la ONCE y de ahí surgió la colaboración que se ha materializado en esta experiencia interesante para la Facultad, para la ONCE y para los alumnos, futuros historiadores del arte, así como para toda la ciudadanía que un día podrá disfrutar de esta capacidad añadida de explicar sus conocimientos a terceros..., dispongan o no de visión.