Las paralímpicas reflexionan juntas y aportan las claves de sus éxitos, convocadas por Iberdrola
“El deporte me ha ayudado a ver mi discapacidad con normalidad”, confesó la campeona paralímpica de natación Nuria Marqués en el transcurso de la jornada “Iberdrola con las deportistas paralímpicas”, organizada por la compañía energética en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD) en Madrid el pasado 25 de abril.
El objetivo del encuentro, que contó con la presencia de la responsable de Relaciones Institucionales de Iberdrola, Elena Otaola, el presidente del Comité Paralímpico Español (CPE), Miguel Carballeda, y el director general de Deportes del CSD, Jaime González, era precisamente poner de manifiesto los valores y experiencias de las atletas con discapacidad y promover el deporte femenino a través de sus testimonios de éxito.
En la primera de las dos mesas redondas con que contó el encuentro, bajo el título “Los valores dentro y fuera del campo”, junto a Nuria Marqués intervinieron otras tres laureadas deportistas con discapacidad, como Astrid Fina, reciente medallista en los Juegos de Pyeongchang 2018, quien reconoció que su vida cambió por completo tras el accidente que derivó su discapacidad y le abocó al deporte adaptado; destacando que éste, el deporte, “me ha enseñado rutina, disciplina, compañerismo, igualdad... Un estilo de vida”.
Completaban la mesa la halterófila Loida Zabala y la triatleta Susana Rodríguez. La primera, que cuenta también con varias medallas internacionales, reivindicó especialmente el papel de la mujer en deportes minoritarios como el suyo: “las mujeres -dijo- somos fuertes e independientes y podemos trabajar igual que un hombre”. Mientas Rodríguez, que es médico, desechó la imposición de límites: “sólo tú sabes hasta dónde puedes llegar y sólo probando sabes lo que puedes hacer”, afirmó.
La semilla del futuro
A continuación tuvo lugar la mesa redonda titulada “Creando afición: deportistas de elite”, en la que participaron las paralímpicas Marta Arce, judoca, y Sara Andrés, atleta, junto a las olímpicas Eli Pinedo (de balonmano) y Jennifer Pareja, jugadora de waterpolo. Las acompañó la subdirectora general de Mujer y Deporte del CSD, Susana Pérez-Amor, cuyo equipo “salta obstáculos administrativos -dijo-, todos los días, para ayudar a las deportistas”.
Tanto Pinedo como Pareja admitieron que cuando se iniciaron en el deporte carecían de referentes femeninos en los que fijarse. “Hoy sí los tenemos y creo que ésa es la medalla más valiosa que hemos conseguido”, señaló la jugadora de balonmano.
Marta Arce explicó, por su parte, cómo compatibiliza su carrera sobre el tatami con su profesión de fisioterapeuta y su condición de madre de tres niños, a pesar de su discapacidad: “cuando tienes muy claro lo que quieres conseguir, pones los medios, los recursos y la energía para que todo salga bien”, afirmó. Y Sara Andrés, que es profesora además de atleta, aseguró intentar cada día transmitir los valores del deporte a sus alumnos: “todos los éxitos y todos los fracasos los comparto con mis alumnos”, confesó, pero también “aprendo muchísimo de ellos”.
