Mediante un convenio de colaboración con la Crue se comprometen a prestarles asistencia específica en nuestro país

Crue Universidades Españolas y la ONCE firmaron, el pasado 23 de abril en Madrid, un convenio para facilitar la participación de estudiantes extranjeros ciegos o con discapacidad visual grave en los diferentes programas educativos de movilidad internacional, que entrará en vigor el próximo curso con renovación, en principio anual.

El convenio, rubricado por el presidente de Crue, Roberto Fernández, y el director general de la ONCE, Ángel Sánchez, pretende beneficiar a ese colectivo de estudiantes extranjeros, con un nivel de visión asimilable a la afiliación de la ONCE, que cursen estudios en España en el ámbito de un programa de movilidad internacional (como el Erasmus) o por un convenio bilateral de movilidad entre Universidades adscritas a la Crue, que les conceda cobertura por parte de los servicios de atención a la discapacidad o diversidad con que cuentan las Universidades.

El acuerdo incluye el asesoramiento por parte de la ONCE a los servicios de Voluntariado universitarios en materia de discapacidad visual, para que puedan atender con mayor eficacia a todo el colectivo de estudiantes con discapacidad, españoles o extranjeros.

Un paso “muy importante”, en palabras de Roberto Fernández, pues “si la universidad no tiene un carácter inclusivo de todos los ciudadanos y no acoge en sus filas a aquellos con capacidades distintas, nunca estará completa”. El presidente de la Crue alabó al respecto la labor de la ONCE y otras organizaciones que han permitido que “lo que era un anhelo casi imposible de imaginar, que las personas con alguna ‘no capacidad’ accediesen a la vida universitaria, estén ya en ella”. Y enmarcó el esfuerzo integrador de las universidades españolas (0,30 MB) en lo que calificó como “una de sus funciones sobrevenidas pero no menos importante, la solidaridad y la RSC” .

Más cerca de los campus

Por su parte, Ángel Sánchez hizo hincapié en que el convenio constituye para la ONCE “una oportunidad de acercarnos más a la universidad, donde una gran parte de nuestros estudiantes (aproximadamente el 12,8%) están realizando ya sus estudios superiores”. Explicó también que, por ello, la Organización se esfuerza en mejorar sus servicios de apoyo en la Educación Superior, “para que cada vez más de los nuestros lleguen a disfrutar de la vida universitaria y puedan prepararse como profesionales para el día de mañana”.

El convenio -resaltó también- pretende arropar y ayudar a esos alumnos con discapacidad visual que vienen de fuera y lo planteó como “ejemplo de solidaridad con el que poder exigir que hagan lo mismo con nuestros alumnos cuando estudien fuera (0,22 MB)”. Los servicios que concretamente se contempla aportar con el apoyo de la ONCE incluirían: atención educativa a adultos, asignando un maestro del equipo específico como maestro de referencia, y atención a través del servicio de rehabilitación para facilitar la movilidad en sus recorridos, así como para el uso y manejo de las ayudas ópticas que adquieran en España. Además, se les prestará también apoyo desde el área de Tiflotecnología tras valorar sus necesidades y las ayudas tiflotécnicas con las que cuente el interesado y apoyo a los que sean usuarios de perro guía. El Servicio Bibliográfico de la ONCE les ofrecerá, por otro lado, libros en braille o sonoros, siempre que estén disponibles en sus fondos, al mismo precio que a los afiliados de la entidad. Y fomentará su participación en actividades de animación sociocultural dirigidas exclusivamente a jóvenes, bajo los mismos criterios de copago y corresponsabilidad establecidos para los afiliados de la ONCE.

Yolanda S. Baglietto