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Luz Galván: " El color me atrapa"

Luz Galván con su obra Gerberas naranjas y amarillas Hasta el sábado 15 de septiembre expone sus propias ´Meninas´en el Museo Tiflológico de la ONCE en Madrid

Empapada en color. La alegría de una sonrisa o la nostalgia de un desamor... Y la ceguera, presente en ‘Destellos’, la pieza más oscura de la muestra Fantasía Cromática, de la artista asturiana Luz Galván, creadora, ‘a su imagen y semejanza’, de auténticas Meninas de luz: sus Meniluz.

La pieza central, ‘Menina Musical’ formato MP3 audio(0,61 MB), que fuera finalista del Concurso de Artes Plásticas con motivo del 25 aniversario del Museo de la ONCEAbre ventana nueva en 2017, recibe ahora majestuosa al visitante en la sala de exposiciones temporales de este mismo Museo Tiflológico. “En esta obra intento representar, en blanco y negro, la importancia de la música sobre la luz y la oscuridad”, declara la artista del color que, por otro lado, asegura estar en “momento Menina” desde hace un par de años. Nada que ver pues con la coincidencia de convertir la ciudad madrileña en una galería de arte con más de 80 Meninas tuneadas por ser Madrid, este año, ‘Capital de la Moda’.

Destino o casualidad, la improvisación artística de la que hace gala le llevó a volcar su trepidante imaginación en la pieza que titula ‘La Meniluz’, a secas, sin apelativos, que también luce -hasta el 15 de septiembre- en este Museo aunque su primer destino fuera la Casa de la Cultura del también madrileño Ayuntamiento de Tres Cantos, municipio en el que reside desde hace 36 años. “Jugando siempre con la seda, que es lo mío, empecé a hacer un ropaje en azul oscuro y naranja... Lo iba pegando y... ¡a ver qué sale!, ¿no?”, rememora con entusiasmo el origen de la obra meniluziana mientras desliza sus dedos por el cuadro de marras...

Le salió, afirma risueña, “una muñeca grande”, y juega a tentar nuestra curiosidad: “al llegar al cabello quería reproducir un pañuelo con filigranas doradas y pensé ‘¡qué bonito va a quedar esto en el pelo!’. Fue entonces, al ponerlo así -nos cuenta sin dejar de gesticular formato MP3 audio(0,94 MB)-, cuando me di cuenta de que estaba haciendo una ‘Menina’, pero... fue sin querer, o sea, de casualidad”. Así que la bautizó con nombre propio ‘La Meniluz’ recibiendo un sinfín de felicitaciones, que le animar a seguir esta nueva temática en su trayectoria artística con dominio de la técnica mixta.

Las flores y sus colores son su pasión. Porque Luz siempre dibujó, desde niña, a pesar de la miopía magna con la que nació en Pola de Laviana, a mediados del siglo XX. Parece que fue ayer cuando cursaba Económicas en la Universidad de Santiago y luego sus primeras ocupaciones en gestión financiera, también con acercamiento al mundo de la política. “Una vida muy ajetreada”, confiesa sin ninguna acritud formato MP3 audio(0,27 MB).

Luz Galván posa feliz con amigos y su Menina MusicalEn 1993 se arrancó a dibujar ‘en serio’ tras varios cursos de técnica en Arte Estudio. Me enganché a la pintura formato MP3 audio(0,42 MB); empecé con carboncillo, luego el pastel, que me encantaba, después acrílico, hasta llegar a la acuarela, lo que más me gustó”, rememora para concluir que “está claro que soy pintora de técnicas mixtas, pero con la acuarela siento algo especial”.

La degeneración macular dio la cara en el 2000. Luz estaba de viaje, en avión, cuando -dice- “noté algo raro en los ojos; los rostros de la gente se deformaban...”. Comenzó una pérdida paulatina de la visión, de la que aún conserva un pequeño resto, que culminó con la afiliación a la ONCE, tres años más tarde. Y entonces descubre que la vida se pinta con los pinceles que se tienen en cada momento, y reinventa su arte. El tacto compensa, en cierta manera, la falta de visión, e incorpora la sensibilidad de las sedas para crear relieves sugerentes, suaves... tan palpables en sus Meniluces. Desdibuja las figuras para convertirlas en abstracciones de color; rescata pensamientos, recuerdos y los transforma en originales obras.

La ilusión por volver a pintar se la devolvió ‘Arreglo floral’, un acrílico de 2005. “Me animé mucho con ese cuadro, porque creía haber perdido la capacidad de pintar”, apostilla. Con ‘La planta de mi jardín’ descubrió que la arena de la playa de Gijón le sentaba de maravilla a su pintura y le ayudó a culminar su pieza... ‘La rosa’, tan simbólica por su ribete en rojo pasión, representa lo más personal, intuitivo e íntimo. Y con ‘Las gerberas naranjas y amarillas’, de colores intensos como los sentimientos más puros hacia su madre, de 94 años, le rinde su pictórico homenaje... Doce obras expuestas y elegidas con mimo, dedicación, cuidado... porque Luz Galván está cumpliendo el sueño de mostrar su arte en la ONCE formato MP3 audio(0,64 MB). Pinturas que nos hablan de ella, que cuentan intensos momentos: “me encanta pintar, el color me atrapa”, concluye formato MP3 audio(0,05 MB). Y es que sólo hay que saber leer su mensaje, a veces de luz y otras de oscuridad... Siempre con esperanza.

Genoveva Benito