En el colegio de Las Gabias, en Granada, llama especialmente la atención un mural pintado en una caseta de calefacción de dimensiones medias. Dibujo preciso y colores fuertes y alegres ponen una nota de color a lo que antes era un triste muro. La autora de esta obra es María José Maldonado.

Es natural de Almería y comenzó a perder la vista ya en su infancia. Ella recuerda que estudiaba bachiller en Granada cuando un día, en clase, comenzó a no ver bien la pizarra...  Al poco tiempo le diagnosticaron la enfermedad que lo provocaba: atrofia óptica bilateral incompleta degenerativa. Al principio se apañaba con gafas, aunque cada vez con más graduación. Así pudo hacer la selectividad y después se matriculó en Filosofía y Letras.

Precisamente en esa etapa se afilió a la ONCE, donde pasó por el proceso de rehabilitación que le ayudaría a reconducir su vida y concluir la carrera universitaria.

Con  una beca comenzó a  trabajar en la Obra Social de CajaGranada, donde continúa ejerciendo hoy. María José tiene ahora 40 años y, aunque hace 15 que perdió la vista por completo, la memoria visual le ayuda mucho -asegura- en su trabajo artístico.

Según ha contado al diario “Granada hoy”, fue  en una excursión que hizo a Giverny (Francia), donde está la  casa museo del pintor Monet, cuando se le ocurrió la idea de pintar, y una profesora de Artes y Oficios le ayudó en el empeño. La técnica que utiliza se basa en plantillas en las que marca las dimensiones del boceto y planchas de caucho que le ayudan a percibir pequeños relieves, que agranda luego con hilos de silicona o cuerdas. Para la elección de los colores se ayuda del dispositivo de lectura de colores disponible en la tienda de material específico de la ONCE.