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El tándem Ávila-Font lidera a una pujante selección española en los Mundiales de Ciclismo paralímpico

Arriba el podio de la prueba de tándems, con los españoles en la primera y tercera posición. Abajo, los componentes del equipo español de relevos de hanbikes, con sus medallasEl equipo regresó de Italia con 11 medallas y un justificado optimismo

Una estupenda actuación del tándem compuesto por Ignacio Ávila y su guía, Joan Font, se proclamó campeón del mundo en carretera en la categoría de ciclistas con discapacidad visual, liderando así la brillante actuación del equipo español, que obtuvo un total de 11 medallas (un oro, dos platas y ocho bronces) en el Mundial de Ciclismo Paralímpico disputado en la localidad italiana de Maniago en la primera semana de agosto.

La pareja catalana, que ya colecciona medallas en Mundiales y Juegos Paralímpicos tanto en carretera como en pista, realizó una de sus mejores actuaciones de todos los tiempos y protagonizó una escapada de más de 100 kilómetros, para ganar el oro en el sprint final ante el tándem polaco.

El tándem Ávila-Font vence al sprint en el Campeonato Mundial a la pareja polacaUna victoria ‘redonda’ para el combinado nacional en esta categoría de discapacidad visual, pues la otra pareja española, compuesta por Adolfo Bellido y su guía Noel Martín, realizó una magnífica labor de equipo y no sólo neutralizó los ataques contra sus compañeros escapados, sino que terminaron adjudicándose la medalla de bronce en su estreno mundialista.

Gran campeonato también el que realizó el valenciano Ricardo Ten, que se hizo con dos medallas en su categoría de discapacidad física C1 en este Campeonato del Mundo: una plata (que bien pudo ser oro) en la prueba en ruta y un bronce en la contrarreloj. Con ello repetía el resultado del pasado año en su debut en los Mundiales de Sudáfrica.

Idéntico resultado logró el balear Joan Reinoso en Maniago: una plata en ruta y un bronce en contrarreloj, en la categoría de triciclo T2.

El resto de las medallas españolas fueron de bronce. Tres de ellas se las llevó Sergio Garrote en la categoría de bicicleta de mano H2, reafirmando su progresión meteórica: bronces en ruta y en la contrarreloj y otro más como miembro del equipo de relevos de handbikes, junto a Israel Rider y Luis García-Marquina, que han logrado un metal histórico.

Otra gran actuación fue la del joven Gonzalo García Abella, pues -en su primer Mundial- este madrileño de 22 año, integrante del Equipo Cofidis de Promesas Paralímpicas, se estrenó con un bronce en la ruta y otro contra el crono de la clase T1 de triciclos.

El balance final de 11 medallas multiplica las cuatro sumadas por el equipo español en los mundiales de Sudáfrica de 2017 y las tres de los últimos Juegos de Río 2016.

 

Javier Otxoa muestra una de sus medallas paralímpicasEl ciclismo se viste de luto: muere el  campeón paralímpico Javier Otxoa

El exciclista profesional y luego medallista paralímpico (en Atenas 2004 y Pekín 2008), Javier Otxoa, falleció el pasado 24 de agosto en la localidad malagueña de Alhaurín de la Torre a los 43 años de edad tras una larga enfermedad. Un inesperado y triste acontecimiento que ha teñido de luto al ciclismo y al deporte español. De hecho, tras conocerse su fallecimiento, se tomó la decisión de cancelar la Copa de España de Ciclismo Paralímpico, prevista precisamente en Alhaurín de la Torre el próximo 2 de septiembre.

Otxoa nació en Barakaldo (Vizcaya) y fue conocido por su carrera profesional, especialmente en el equipo Kelme-Costa Blanca. Durante esa etapa, el ciclista vasco alcanzó su culmen en el Tour de Francia 2000, consiguiendo un brillante triunfo de etapa en Hautacam, quedando por delante del por entonces capo de la ronda francesa, el estadounidense Lance Armstrong. El pasado 10 de julio se cumplieron 18 años de aquella mítica gesta con una escapada en solitario de más de 150 kilómetros.

Pero un fatídico accidente junto a su hermano gemelo, Ricardo, cuando fueron arrollados por un vehículo durante un entreno, dio un vuelco a su vida. Hablamos del 15 de febrero de 2001. Su hermano perdió la vida en aquel accidente, mientras que Javier sufrió una parálisis cerebral que, sin embargo, no le condujo a abandonar la bici. Desde ese momento, tras una esforzada recuperación, comenzó a competir en disciplinas paralímpicas. Su calidad y el duro trabajo que llevó a cabo le valieron para conquistar hasta cuatro medallas en Juegos Paralímpicos. Dos de ellas llegaron en Atenas 2004, con un oro en contrarreloj en ruta y otra plata en persecución individual en pista. Las otras dos llegaron cuatro años después, en Pekín 2008, donde logró un oro en contrarreloj y una plata en ruta.

Sin embargo, de aquel maldito accidente quedaron secuelas irreversibles que, lamentablemente, han terminado con su vida.