ONCE profundiza en los programas de investigación sobre degeneración macular y síndrome de Usher
Entre su amplia tarea de apoyo a la investigación
aplicada a proyectos relativos a la ceguera y la discapacidad visual grave, la ONCE mantiene una importante línea de colaboración en Andalucía dirigida a la que es ya principal causa de ceguera en países desarrollados, afectando a una proporción elevada de la población a partir de los 60 años, la Degeneración Macular Asociada a la Edad (DMAE). Igualmente, en este caso junto al Hospital de la Fe de Valencia, impulsa una puntera investigación sobre los efectos del síndrome de Usher.
En Andalucía, el “Estudio de la Acumulación de Metales-Traza en Modelos Celulares y Animales Mediante Técnicas Nucleares con Aceleradores de Partículas”, con un importante sesgo biomédico, está coordinado por las investigadoras Berta de la Cerda, de CABIMER/Fundación Pública Andaluza Progreso y Salud, e Inés Ortega, del Centro Nacional de Aceleradores/Universidad de Sevilla. Y su objetivo central es testar, mediante avances tecnológicos y modelos biológicos, el impacto que producen los metales pesados en la salud de la retina, pues se sabe que desequilibrios en los niveles de hierro, cobre y cinc influyen en su proceso degenerativo. Para determinar los niveles de metales-traza en retina se utilizarán técnicas nucleares con aceleradores de partículas en el Centro Nacional de Aceleradores (dependiente de la Universidad de Sevilla, el CSIC y la Junta de Andalucía).
Lo primero será determinar los límites de detección alcanzables con este tipo de muestras y las condiciones más adecuadas para cubrir los objetivos del proyecto desde el punto de vista biológico. También se pretende evaluar la posible relación entre el perfil genético y los niveles de metales en los pacientes, para proponer aproximaciones terapéuticas como la quelación o la suplementación, orientadas a modificar los niveles de metales-traza en la retina y su consecuente posible incidencia en la degeneración macular.
La DMAE es una degeneración retiniana que afecta a la mácula (área de visión central que proporciona la agudeza visual y permite percibir detalles finos y pequeños) y cuyos efectos derivan en el paciente crecientes dificultades para actividades tan cotidianas como conducir, leer o incluso discriminar colores o reconocer rostros... Como en otras enfermedades neurodegenerativas, influyen factores medioambientales y la predisposición genética, pero el principal factor de riesgo es el envejecimiento, aunque se desconocen mayormente los factores desencadenantes a nivel celular y molecular de la enfermedad.
DMAE húmeda o seca
Hay dos tipos de DMAE: la menos frecuente es la DMAE húmeda, en la que se forman nuevos vasos sanguíneos en la retina y se producen hemorragias y cicatrización, y que se trata con terapia anti-angiogénica. Y la forma más frecuente de la enfermedad, la DMAE seca, en la que se da una degeneración progresiva de zonas del tejido retiniano que se conoce como atrofia geográfica. Esta última variedad representa del 85 al 90% de los casos de DMAE y carece actualmente de tratamiento, por lo que se ha constituido en un serio problema de salud pública como primera causa de ceguera en adultos en el mundo occidental. Prevalencia acrecentada estas últimas de la mano del aumento de la longevidad en los países desarrollados y del número de pacientes tratados por otras patologías oculares, que anteriormente enmascaraban el diagnóstico de DMAE. Para 2020, se estima que sufrirán alguna forma de DMAE a nivel mundial unos 196 millones de personas.
La Fundación Pública Andaluza Progreso y Salud, dependiente de la Consejería de Salud de la Junta de Andalucía, presta servicio al Sistema Sanitario Público Andaluz a través de tres grandes líneas de actividad: la línea I+i, de Investigación e innovación en Salud; la línea TIC, de Tecnologías de la Información y la Comunicación; y la línea IAVANTE, de Formación y Evaluación de competencias Profesionales. Igualmente, presta soporte de gestión a la Agencia de Calidad Sanitaria de Andalucía, que es la entidad impulsora del Modelo Andaluz de Calidad.
Por su partel Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (CABIMER) constituye un espacio de investigación multidisciplinar en biomedicina pionero en España, ya que integra la investigación básica y aplicada con la finalidad de traducir los resultados de los trabajos científicos en mejoras directas en la salud y en la calidad de vida de los ciudadanos.
Las ‘mutaciones ocultas’ ligadas al síndrome de Usher
El síndrome de Usher es una enfermedad rara de origen genético que combina sordera y ceguera derivadas de la retinosis pigmentaria, en torno a cuyas ‘mutaciones ocultas’ en determinados pacientes la ONCE apoya un nuevo estudio del grupo de investigación en Biomedicina Molecular, Celular y Genómica del Instituto de Investigación Sanitaria La Fe (IIS La Fe).
El síndrome de Usher es un trastorno genético al que acompañan la retinosis pigmentaria y otras distrofias hereditarias de la retina, constituyendo un importante problema médico-social, pues –pese a tratarse de una enfermedad rara- representa una causa sustancial de ceguera en adultos. Además, debido a su complejidad, con más de 250 genes implicados y la ausencia de tratamiento efectivo, constituye un gran reto científico-médico.
El objetivo de este proyecto concreto es estudiar las regiones codificantes de los genes Usher en familias portadoras. En un 15% de los casos sólo se ha podido identificar una o ninguna mutación, por lo que podrían existir mutaciones en estas regiones intrónicas, poco estudiadas hasta la fecha.
Para facilitar la detección de este tipo de mutaciones se desarrollará una estrategia de análisis basada en el estudio de genes completos, incluyendo también las regiones no codificantes, mediante secuenciación masiva de ADN. Y las variantes detectadas se analizarán mediante predictores bioinformáticos y diferentes bases de datos poblacionales.
Este tipo de mutaciones está siendo recientemente diana para una posible aplicación tecnológica conocida como terapia mediante oligonucleótidos antisentido, que La Fe desarrolla como miembro del Centro de Investigación Biomédica en Red de Enfermedades Raras (CIBERER). Centro que integra a 62 grupos de investigación ubicados en punteras instituciones españolas y cuyo principal objetivo es coordinar y favorecer la investigación básica, clínica y epidemiológica, así como potenciar que llegue al paciente y ofrezca respuestas científicas a las preguntas nacidas de la interacción entre médicos y pacientes.
Enfermedad ‘rara’ es aquella que tiene una prevalencia inferior a cinco casos cada 10.000 habitantes. Se estima que existen entre 5.000 y 8.000 enfermedades raras que, sólo en la Unión Europea, afectan a entre el 6 y el 8% de la población, de 24 a 36 millones de europeos. En España, la población afectada por una enfermedad rara es de unos tres millones de personas.