El presidente del Consejo Territorial de la ONCE en Castilla-La Mancha, José Martínez, reclamó a los gobiernos estatal, autonómico y locales la regulación de las casas de apuestas, durante su comparecencia -el pasado 6 de noviembre- ante la Comisión para las Políticas Integrales de la Discapacidad de las Cortes castellano-manchegas. Un reto que fue asumido como pertinente por los representantes del PSOE, PP y Podemos en la Comisión parlamentaria.

El máximo representante de las personas ciegas en esa Comunidad señaló que este tipo de prácticas de juego sin control efectivo alguno se están constituyendo en “la nueva droga del siglo XXI”, arrojando “índices preocupantes de ludopatía”; y denunció concretamente sus nocivos efectos sobre los jóvenes y sobre la población más vulnerable por sus escasos recursos. “No podemos hacer de nuestro país un enorme casino”, afirmó, al tiempo que solicitaba que se persigan todas las modalidades de juego ilegal y se preserve “el juego que no genera problemas”, sino que -como en el caso de la ONCE- cumple un importantísimo papel social.

De hecho, añadió, los vendedores de la Organización tienen un previo proceso de formación en materia de juego responsable y prevención de las ludopatías.

Martínez aprovechó para exponer a los parlamentarios autonómicos la tarea del Grupo Social ONCE en Castilla-La Mancha, que evidencia  -explicó- que, “para nuestra entidad, el juego no es un fin en sí mismo, sino un medio para recaudar la solidaridad de la ciudadanía y reinvertirla en servicios sociales”. Insistió también en la necesidad de multiplicar la inversión pública en materia de accesibilidad universal, un compromiso incumplido por las distintas Administraciones que constituye -según denunció- una de las asignaturas pendientes más sangrantes de nuestro sistema político y social.