Arrancan las ligas de fútbol para ciegos y personas con discapacidad visual grave
El fin de semana del 24 y 25 de noviembre arrancaron las ligas de fútbol 5 para ciegos y de fútbol sala para personas con discapacidad visual grave, competiciones organizadas ambas por la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC) y que se extenderán hasta mayo próximo en varias sedes de competición.
En cada partido, los espectadores podrán disfrutar de los goles, las jugadas, el trabajo en equipo y la superación de los mejores futbolistas ciegos y con discapacidad visual grave de nuestro país.
En la máxima categoría del fútbol 5 (practicado por personas ciegas) participan los equipos de Málaga, Granada, Santa Gadea de Madrid, Alicante (vigente campeón), Sevilla, Tarragona y Escuela de Fisioterapia. Y en la categoría que disputan futbolistas con discapacidad visual grave pero con algún resto visual (B2/B3) se enfrentan los equipos de Valencia, Huelva, Tiflocor (de Córdoba), Barcelona, Cludeon (de Canarias), Albacete y Málaga.
Existen importantes diferencias entre ambas disciplinas, entre ellas las adaptaciones, apenas necesarias para la competición de los B2 y B3; en principio encaminadas a conseguir el mayor contraste entre el color del balón y el suelo, de la portería con el fondo, una iluminación de igual intensidad durante los 40 minutos de juego... Por ello han de disputar sus partidos en un pabellón cubierto.
El fútbol para ciegos requiere mayor número de adaptaciones, estando ya muy bien desarrollado y reglamentado, para garantizar la seguridad de sus practicantes. Sus características específicas son: balón sonoro; vallas laterales que evitan los fueras de banda, salvo que el balón salga por encima de éstas, siendo además un elemento de orientación y seguridad para el jugador; alineación de un portero vidente que tiene limitada su maniobrabilidad a una pequeña zona dentro del área de penalti; un guía detrás de la portería contraria que orienta a los jugadores en sus diparos; y la obligatoriedad de los jugadores de decir, de forma clara y audible, la palabra “voy”, para evitar golpes y orientar al jugador rival al entrar al balón. Se juega en campo de césped artificial y al descubierto para facilitar la audición del balón, por lo que requiere el silencio del público mientras esté en juego la pelota y hasta que no se marque un gol o existan tiempos muertos.