‘Inclusión, diversidad y visibilidad’: un grito que rompe moldes
El destacado avance en la conquista de derechos de ciudadanía por parte de las personas con discapacidad registrado en nuestro país durante los últimos años hubiera sido imposible -en realidad, impensable- sin la enorme transformación previa de la sociedad española. Un profundo cambio de parámetros, de referencias mentales y de actitudes sociales que ha alcanzado a la percepción de la imagen de estas personas y al consecuente trato que se les dispensa. Estos procesos tienen una dimensión cuantitativa, de pequeñas mutaciones a menudo imperceptibles pero que generan un paisaje que evoluciona día a día y que, de pronto, acoge saltos cualitativos como el que en España ha supuesto la concesión al film Campeones del Goya a la mejor película ,y muy especialmente el de actor revelación, concedido a Jesús Vidal, afiliado a la ONCE y cuyo agradecimiento, enarbolando la reivindicación de ‘inclusión, diversidad y visibilidad’, se ha convertido en un fenómeno viral sin precedentes.
Ese grito reivindicativo de este actor con grave discapacidad visual, que ya conocía las tablas del teatro pero para el que Campeones supone su estreno en las pantallas ha conquistado, de entrada y con creces, ese objetivo de ‘visibilidad’ que incluso le llevó a convertirse en la película seleccionada para representar a nuestro país en la carrera por los Oscars. Como explicaba el director de Comunicación e Imagen de la ONCE, Antonio Mayor, en relación con este asunto, el cambio de paradigma al que asistimos nos ha permitido transformar el lenguaje como referente de nuestras concepciones: “transitar durante décadas de términos y conceptos como minusválidos, disminuidos, postrados o sufrientes, para, con mucho esfuerzo y demostrando nuestras capacidades, llegar a que nos valoren por lo que somos, por nuestro talento y no por nuestra discapacidad”, afirma. Y pone probablemente el dedo sobre la llaga al reflexionar sobre el capital acierto del film de Javier Fesser. “El principal efecto de Campeones ha sido mostrar con acierto y bendita normalidad la realidad de estas personas... El espectador recibe un baño de realidad que, aún inmerso en la ficción, logra un impacto muy importante y positivo”, asegura Mayor.
El ramillete de personas con discapacidad que ha hecho posible este pequeño gran milagro sueña con nuevas oportunidades para volver a romper con todos los pronósticos. Pero la meta principal ya se alcanzó de largo. En una comunión entre los protagonistas y el público que encarnó como nadie Jesús Vidal, cuando -en un guiño a la vez de homenaje y de denuncia demandando la complicidad del entorno social para lograr la inclusión- confesó en la gala de los Goya: “A mí sí me gustaría tener un hijo como yo, porque he tenido unos padres como vosotros”.