El 'gran maestro' Valery Salov vuelve a instruir y poner al día a un grupo de ajedrecistas ciegos
Como viene convirtiéndose ya en tradición, al igual que en años anteriores (concretamente en 2016
y 2017
) con el mes de febrero se abre una ventana de oportunidad para un grupo de privilegiados expertos ajedrecistas ciegos o con discapacidad visual grave de la Federación Española de Deportes para Ciegos (FEDC). Porque es el momento de su cita con el el 'gran maestro' ruso Valery Salov, valorado como tercer jugador del mundo a mediados de los 90 (sólo superado entonces por los legendarios Karpov y Kasparov) y muy arraigado en nuestro país. Salov obtuvo el título de 'maestro internacional' en 1984 y el de 'gran maestro' en 1986. Antes ya había sido campeón del Mundo sub 16 en 1980 y campeón de Europa junior en 1983 y 1984.
Salov considera el ajedrez como el deporte más "idóneo" (0,24 MB) para su práctica por las personas ciegas o con grave discapacidad visual y manifestaba a nuestra revista que, en consecuencia, debería ser -en su opinión- el emblema deportivo de la ONCE.
En esta ocasión, los afortunados miembros del equipo de ajedrez de la Federación asistentes al curso de excelencia y perfeccionamiento impartido por Salov -del 17 al 21 de febrero, en El Escorial (Madrid)- fueron Enrique López (Cataluña), Miguel Llaneras (Castilla-La Mancha), Antonio Quintero y Ángel Mesa (Andalucía), Francisco Balmiza (Madrid) y Valeriano Septién (Tenerife).
Según nos explicó el propio Salov (0,24 MB), además del estudio de algunas originales modalidades de finalización de partida, este año el curso se ha centrado en el análisis del ajedrez desplegado a lo largo del siglo XIX, con sus grandes maestros y muy singularmente la carrera ajedrecística del genio norteamericano Paul Morphy. Éste dominó el ajedrez mundial desde 1858 a 1863, en los años previos a la creación del Campeonato del Mundo de ajedrez, y sus técnicas, aprendidas a través de la interpretación de las estrategias de esta auténtica figura histórica, resultó de gran interés y utilidad para nuestros ajedrecistas. Así lo reconocía, por ejemplo, el albaceteño Miguel Llaneras, que acudía ya por tercera vez a un taller de estas característicias y nos comentaba el "alto nivel" del curso así como su esperanza en que sepan asimilar estas enseñanzas "e incorporarlas a nuestro juego", señaló a nuestra revista el ajedrecista español
(0,19 MB).
Además de este estudio monográfico del estilo de Morphy, los asistentes tuvieron también tiempo de dedicarse al estudio y resolución de problemas y al análisis de algunas partidas de actualidad.