Más de 14.000 personas con dificultades de visión residentes en Montenegro podrán beneficiarse del intercambio de libros accesibles para personas ciegas, con discapacidad visual o con otras dificultades para acceder al texto impreso. Y es que el país balcánico ratificará a finales de año el Tratado de Marrakech, que permite el intercambio entre países de libros accesibles para estas personas, y que sólo en la Unión Europea alcanza a una población de 30 millones de ciudadanos.

Así se ha concluido en la conferencia internacional "El Acuerdo de Marrakech y sus beneficios para las personas con discapacidad visual", organizada el pasado 28 de febrero en Podgorica (Montenegro) por la Unión de Ciegos de este país y la Unión Europea de Ciegos (EBU).

El director ejecutivo de la Unión de Ciegos montenegrina, Goran Macanovic, junto a representantes de entidades públicas, como los ministerios de cultura y de economía del país, además de entidades representantes de personas ciegas de países vecinos, como Albania, Serbia o Macedonia, entre otros, analizaron al importancia y trascendencia de la aplicación del Tratado, por lo que Macanovic se comprometió a situar a Marrakech como una prioridad para su organización, con el objetivo de que su país lo ratifique cuanto antes. “Nuestra organización ha contribuido a crear condiciones para la igualdad de oportunidades y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad visual en todas las áreas de la vida, a lo largo de más de 70 años de trabajo. En este caso, que nuestra población de personas con discapacidad visual tenga acceso a la cultura, a la educación y a la información, que es el objetivo del Tratado de Marrakech, resulta por supuesto una prioridad para nosotros”, manifestó.

Una cuestión de derechos humanos

Por su parte, la española Bárbara Martín, vicepresidenta de la EBU y experta en el Tratado y en las fases de lo que desde 2013 ha sido su historia, desde su gestación hasta la actualidad, explicó cómo ha sido este proceso de ratificación del mismo en la Unión Europea (UE) "Luchamos con la Comisión Europea, el Parlamento Europeo y los estados miembros para conseguir la mejor solución. Y como resultado tenemos un reglamento y una directiva que cada país debe trasponer en su legislación nacional con el objetivo de implementarlo lo mejor posible. Eso es crucial para que Marrakech sea realmente útil y efectivo”, aseguró Bárbara Martín.

La española explicó también que, de los 41 países miembros que forman parte de la EBU, 30 lo han ratificado, de los cuales 28 son de la Unión Europea, a los que se suman Rusia y Moldavia. En la actualidad otros 11 países deberían hacerlo. “Si los Balcanes ratifican el Tratado, pronto alcanzaremos una ratificación completa del acuerdo en la EBU, (una de las seis regiones de la Unión Mundial de Ciegos). Y eso sería un espaldarazo genial para su implantación universal”, dijo Martín.

Hizo en este sentido hincapié en que el Tratado no es sólo una herramienta que facilita ese intercambio de libros accesibles en Europa y en el mundo, sino que además es una cuestión de derechos humanos. “El Tratado ayudará a que cada vez más personas ciegas o con discapacidad visual accedan a la educación, a la cultura y a la información, en consonancia con la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad y con los Objetivos de Desarrollo Sostenible”, aseguró (0,85 MB) la vicepresidenta de la EBU.