Miquel Barceló ha donado al Museo Tiflológico de la ONCE un libro ilustrado por él mismo en el que se mezclan pintura, relieve y braille. Se trata de un volumen de gran formato, que incluye 48 litografías y seis láminas en relieve, que juegan con la escritura en braille de ‘El libro de los ciegos’, del artista con discapacidad visual esloveno Evgen Bavcar (Lokavec, Eslovenia, 1946).

En sus 81 páginas, la obra donada por Barceló (lo hizo el año pasado con motivo del 80 aniversario de la ONCE, aunque se presenta públicamente ahora) muestra relatos escritos en braille antiguo acompañados de ilustraciones e impresiones en golpe seco. De este libro se editaron, en 1993, exclusivamente 180 ejemplares firmados por el artista balear, de los cuales 50 se editaron en español, 50 en inglés y 50 en francés, a los que se unieron otros 30 ejemplares (como éste) no destinados a venta.

Integra 48 litografías originales, que fueron realizadas sobre piedra por Miquel Barceló y ‘tiradas’ en la prensa de Item París. Las 22 láminas en relieve se estamparon según los moldes originales del artista. El papel puro chiffon ha sido fabricado a mano por Les Maitres papetiers de Angoumois, en el Moulin de Fleurac; y se terminó de imprimir en París el día 21 de enero de 1993. Ahora, en el Tiflológico, los afiliados a la ONCE tendrán la oportunidad de conocerlo al tacto, eso sí, previa solicitud expresa y con todas las prevenciones inherentes a su correcta conservación.

El texto es un relato que nos narra la visita al psicólogo de una persona ciega sometiéndose a un estudio para demostrar que, a pesar de la pérdida de la visión, los recuerdos de los colores y el resto de sensaciones permanecen vivos en la memoria.

El libro fue presentado, el pasado 3 de abril, en el propio Museo Tiflológico, por la consejera general de la ONCE Ana Díaz, quien destacó la importancia de que “un artista como Barceló se acuerde de la ONCE y, especialmente, de las personas ciegas, para realizar este libro”. Junto a ella, el director de Promoción Cultural, Atención al Mayor, Juventud, Ocio y Deporte de la Organización, Ángel Luis Gómez, manifestó que “es un orgullo recibir esta obra que, además, por su contenido, se encuadra perfectamente en el Museo Tiflológico”. Finalmente, la técnico del Museo Teresa Díaz quiso poner el énfasis en la estructura de un  libro que “une -dijo- el mundo de la vista y el mundo sensorial, sin visión, en una historia de amor entre un psicólogo y una mujer ciega”.

Barceló (Felanitx, Mallorca, 1957) conoció muy joven en un viaje a París (1970) el denominado Art brut, que dejaría una fuerte influencia en sus primeras obras. En 1986 se le concede el Premio Nacional de Artes Plásticas; y en 2003 el Premio Príncipe de Asturias de las Artes. Expone su obra en los museos y salas más importantes del mundo, destacando la muestra que, en 1996, le dedicó el Centro Pompidou de París.

Su obra abarca desde inmensas telas y murales hasta esculturas de terracota y cerámica. Entre los años 2001 y 2006 creó un afamado y controvertido mural en la Capilla del Santísimo de la ciudad de Palma de Mallorca; y en noviembre de 2008 presentó al público su decoración de la cúpula de la Sala XX del Palacio de las Naciones Unidas de Ginebra, bautizada como ‘Sala de los Derechos Humanos y de la Alianza de Civilizaciones’. Entre las características de su obra destaca la inspiración en la naturaleza, así como referentes como el Mediterráneo y África, continente que le ha maravillado tanto que le llevó a instalar su taller en Malí, aunque también reside en Mallorca y París.

Evgen Bavcar, por su parte, perdió totalmente la visión a los 11 años debido a dos accidentes en su infancia. Su primera fotografía la toma a los 16 mediante una técnica en la que coloca la cámara a la altura de la boca y saca la instantánea guiándose por las voces de los retratados. Pero también utiliza otras técnicas y, de hecho, muchas de sus fotografías son fruto de montajes por superposición, procedimiento muy dificultoso. Bavcar sostiene que su fotografía nace de la penumbra, por lo que a menudo sus trabajos muestran imágenes expuestas largamente: deja abierto el obturador mientras se acerca y recorre los objetos con una linterna o incluso con una vela. Para guiarse, se vale de su tacto o de algún asistente. La obra de Bavcar se ha podido ver, entre otros foros, en la Bienal de Arte Contemporáneo de Fundación ONCE.

Antonio Saugar