La sociedad española nos conoce. Hace más de ocho décadas que la ciudadanía de nuestro país comparte con naturalidad su vida diaria en la calle con nosotros, con las gentes del Grupo Social ONCE. Saben lo que somos y lo que hacemos. Se encuentran todos los días en las plazas y rincones de los pueblos y ciudades a nuestros agentes vendedores, conviven con ellos y son conscientes de que su gesto solidario al comprar los productos de juego responsable de la ONCE tiene un retorno casi cotidiano en las prestaciones sociales que nuestra Entidad procura a las personas ciegas y con otra discapacidad. Lo notan cuando conocen los recursos educativos para los estudiantes con discapacidad visual, y cuando ven pasear con normalidad a una persona con bastón blanco o con perro guía. Se sienten orgullosos de saber que en su país, y gracias sobre todo a su contribución, existe un modelo social único, democrático y participativo de inclusión para personas con discapacidad, el Grupo Social ONCE, formado por la ONCE matriz, la Fundación ONCE de Solidaridad para Personas con Discapacidad e Ilunion, que son el cuarto máximo empleador en términos absolutos de España y el mayor empleador de personas con discapacidad en el mundo.

Por nuestra parte, tenemos absoluta conciencia de que somos patrimonio de la ciudadanía española y de que a ella debemos rendir cuentas, no sólo respondiendo a su confianza continuada con la garantía de que estaremos a su lado si nos necesitan, sino también compartiendo en detalle nuestras actividades, trascendiendo lo legalmente exigible en materia de transparencia, a través de memorias anuales que hemos puesto a disposición pública desde hace muchísimos años.

El Informe de Valor Compartido que sintetizamos en este número sobre los resultados de 2018 es ante todo una fórmula históricamente utilizada por nuestra Institución para que los ciudadanos conozcan de una forma ordenada el destino de la solidaridad y la confianza que nos demuestran cada día. Presentamos los datos del ejercicio pasado que trasladan una inercia de crecimiento social y económico del Grupo, lo hemos hecho también cuando en plena crisis económica los números mostraban indicios de debilidad, si bien existe siempre, en los peores y en los mejores momentos, una característica común: el compromiso social está siempre presente.

Nuestra genética inconformista nos lleva a ser conscientes de lo importante que son los avances que hemos logrado, pero nos empuja sobre todo a saber a ciencia cierta que solos no hubiéramos conseguido nada, que la suma de muchas voluntades es el motor que mueve el progreso y que, si reseñables son los logros alcanzados, más relevantes son los retos a asumir para alcanzar la plena inclusión de las personas con discapacidad.

El nuestro es un informe de valor compartido porque lo ponemos a disposición de cualquiera que quiera conocerlo, y por encima de todo porque su contenido es resultado del esfuerzo y aportación de personas.