Los beneficios del deporte en personas con discapacidad
La Fundación Deporte y Desafío
acaba de hacer público un informe analizando y destacando los ‘beneficios’ que deriva la práctica deportiva en la vida cotidiana de las personas con discapacidad. El deporte -afirma en su análisis que por su evidente interés reproducimos a continuación- tiene unos beneficios irrefutables para la salud de cualquier persona. En el caso de las personas discapacitadas estos beneficios se multiplican. Hay un valor añadido de integración social y ayuda en el proceso de rehabilitación.
Además de estos beneficios directos, el deporte contribuye a una relación positiva con el propio cuerpo y favorece el ajuste personal y social de aquellas personas que lo practican. Asimismo adquieren nuevas habilidades sociales, logrando ser más independientes y les mantiene activos en todos los sentidos.
¿Cuál es el fin del deporte adaptado? Integrar e insertar a las personas con discapacidad en la sociedad.
En cuanto a los beneficios más destacados son los siguientes:
- Beneficios físicos: el deporte mejora la coordinación y el equilibrio, así como la circulación en sangre y el desarrollo de la musculatura.
- Beneficios en la socialización: el deporte es una actividad inclusiva. Además existen múltiples organizaciones que se dedican a la integración a través del deporte. Se fomentan habilidades sociales, la empatía y ayudan al desarrollo social de la persona.
- Beneficios psicológicos: el deporte no beneficia únicamente a nivel físico, sino psicológico. La autosuperación es algo fundamental, así como la valía personal, la responsabilidad o la autoestima. El deporte les ayuda a tener una buena percepción de sí mismos.
- Bienestar vital: según la OMS, el deporte es el mejor medicamento del mundo, y está al alcance de todos. El deporte es salud y por ello proporciona bienestar a las personas con discapacidad.
Integración institucional
Es importante también ayudar a las personas con discapacidad a integrarse en los clubs deportivos corrientes, donde tratar de tú a tú con el resto de sus miembros. Hay que conseguir que los deportes comunes sean también para las personas con discapacidad.
La Fundación Deporte y Desafío trabaja persiguiendo este objetivo y buscando la integración social de las personas con discapacidad física, intelectual o sensorial a través del deporte. En muchas ocasiones no somos conscientes de que las personas con discapacidad, sobre todo la intelectual, están acostumbrados a la sobreprotección, por lo que, normalmente, tienden al sedentarismo. Este sedentarismo, no sólo agrava los problemas físicos, sino que provoca, en jóvenes y adolescentes, ataques de ansiedad y falta de autoestima. Teniendo en cuenta que a menudo no controlan sus emociones, es muy importante encontrar aquello que les anime a moverse, a entretenerse y a relacionarse con los demás.
El deporte supone para ellos una liberación de sus problemas, de sus trabajos, de sus centros, aunque les marque una nueva rutina, es esfuerzo y diversión al mismo tiempo. No sólo son buenos los deportes en equipo, sino también algunos individuales como la hidroterapia o la equinoterapia, que fomentan y dan respuesta a las necesidades individuales de cada uno. Pero los familiares de personas con discapacidad a menudo no conocen estos beneficios, o no saben cómo animarles a practicar deporte. Mientras las asociaciones y fundaciones se sienten, en muchas ocasiones, saturadas o incapaces de potenciar estas actividades, incluso la manera de informar sobre ellas. El deporte adaptado no alcanzará la importancia que merece mientras la sociedad siga poniendo límites a las personas con discapacidad. Existen múltiples prejuicios que no favorecen a nadie y sin embargo perjudican gravemente a este colectivo. Por ello se deben crear más convenios y promover actividades en centros o al aire libre, dando asimismo mayor cobertura a las competiciones de deporte adaptado.