Estás en:

Tener discapacidad duplica el riesgo de exclusión social de los españoles

El VIII Informe FOESSA 2019 evidencia que esta situación afecta al 30% de este sector de población en nuestro país

Portada Informe FOESSALa discapacidad no es sólo una circunstancia personal que condiciona las opciones de inclusión educativa, laboral y, por tanto, socio-económica de la persona; además, se ha convertido -en nuestra hipercompetitiva sociedad moderna- en un factor de exclusión social. Así lo pone de manifiesto el VIII Informe FOESSAAbre Web externa en ventana nueva sobre exclusión y desarrollo social en España 2019, hecho público recientemente, que denuncia una ‘estrecha relación’ entre discapacidad y exclusión, según informa en una amplia nota formato PDF(0,19 MB) al respecto el Observatorio Estatal de la Discapacidad (OED).

Un 30% de las personas con discapacidad se encuentran, de hecho, en situación de exclusión social y un 16% en ‘exclusión social severa’, el doble que las personas sin discapacidad. Más grave aún resulta el análisis en torno a este estatus, pues -explica el informe- se enmarca en un escenario de permanentes obstáculos para las personas con discapacidad en materia de acceso a un empleo de calidad o a la vivienda autónoma, a los recursos sanitarios integración y, en general, al disfrute de unas relaciones sociales normalizadas.

Fundación FOESSA publica -en paralelo a su informe general- una serie de informes en los que se profundiza sobre cuestiones concretas. Entre ellos, el documento de trabajo 3.11 ‘Discapacidad: la exclusión social no es sólo cosa de pobres’, elaborado por Javier Albor (técnico de Fundación ONCE) que analiza en detalle todos estos extremos. En él se señala que la salud es “el gran territorio de la exclusión social para las personas con discapacidad”; mientras el porcentaje de personas con discapacidad que se encuentra en exclusión social en salud es del 34,4%, apenas alcanza el 14% en la población sin discapacidad. “Las personas con discapacidad no están en exclusión social porque intrínsecamente ‘enfermen más’, sino porque tienen más dificultades para acceder a los dispositivos y bienes relacionados con la salud”, denuncia el autor.