Los afiliados son flamantes campeones de Taichí tras participar en el Campeonato Wu-Shu y Kun Fú celebrado en Ciudad Real

Sin prisa pero sin pausa. Llevan seis años practicando Taichí en la propia sede de la ONCE, todo un ‘arte marcial’ originario de China. Los dos son ciegos y han brillado con luz propia en el Campeonato Wu-Shu y Kun Fú, celebrado en Ciudad Real, donde -por primera vez- se ha incorporado la disciplina del Taichí para personas ciegas o con discapacidad visual grave. “La verdad es que todavía me parece un sueño... pero cuando veo la medalla me digo: ¡sí, sí! Lo he vivido de verdad”, declara María Dolores Navarro Cavas, de 49 primaveras, cartagenera... morena y más conocida como Mariló. Y es que si ella ha sido galardonada con el oro, por su técnica y desarrollo de los ‘Diez movimientos Taichí´  requeridos para el certamen, su compañero, Juan Pedro Robles Martínez, ágil jovencito de 63 años, natural de Lorca, que se siente como si apenas tuviera 35, se ha alzado con la brillante plata. “Bueno, hemos sido pioneros y ahí hemos ido con la intención de que crezca este movimiento y que vaya hacia arriba siempre”, comenta Juan Pedro con entusiasmo (0,15 MB).

Unidos por el Taichí, en el primer Campeonato inclusivo

Con la profesora del taller ‘terapeútico’de Taichí de la ONCE, Cari Nicolás, que arrancó con sólo cinco o seis alumnos y en el que actualmente participan ya casi una veintena de compañeros afiliados en la Dirección de Apoyo de la Organización en Cartagena, Mariló y Juan Pedro se prepararon y perfeccionaron la prueba que iban a defender en el Campeonato, ante un jurado clasificador. Y a la vista está que todo salió... ¡a pedir de boca! No sólo por su vertiente de exhibición y conocimiento de nuestros protagonistas sino también por la apertura inclusiva que ha presentado el certamen. “Se ha dado un paso muy importante porque con su participación se abre este campo hacia otras personas con discapacidad, para invitarles a practicar Taichí. Y decirles: '¡Oye!, que hasta podéis participar en Campeonatos...'. Esto es una técnica que, además de terapia, nos vale para vivir otras experiencias y unirnos también con ello a la inclusión social a través de estas materias”, comenta Cari muy satisfecha por los resultados (0,32 MB).

Movimientos lentos, delicados... repetidos mil y una vez al compás de la palabra que guía y describe minuciosamente cada paso, con la música que acompaña y las manos maestras corrigiendo la posición hasta llegar a ser la perfecta... Un admirable papel el de la veterana profesora, que se desvive por su grupo de alumnos ciegos. “Hay que describir muy bien, tener mucha paciencia. Y acercándome a ellos en cada momento para colocarles las manos e incluso cogiendo las mías para describir cómo es el movimiento”, nos explica. Juan Pedro y Mariló han aprendido bien y siguen sumando conocimientos. Y es que los beneficios para la salud se multiplican con esta práctica además de destacar como flamantes campeones en la disciplina ¡Madre mía, esto es real! (0,45 MB), remata Mariló la conversación. Y tanto que sí, compañera... ¡Enhorabuena!

Genoveva Benito