La consejeria de Salut de Cataluña, junto al SEM y la ONCE local presentan un sistema que permite a los perros guía acompañar a sus usuarios en las ambulancias
La autorización, que se extiende al conjunto de los perros de asistencia y que garantiza su seguridad, les permite acompañar en todo momento al paciente en el interior de la ambulancia
Alba Vergés, consejera de Salud; Antoni Encinas, gerente del Sistema de Emergencias Médicas (SEM); y Dolors Luna, jefa del Departamento de Servicios Sociales para Afiliados de la ONCE en Cataluña, presentaron el pasado 10 de febrero un sistema de retención que permite a los perros de asistencia subir a las ambulancias para acompañar a sus usuarios durante su traslado al hospital. Además de explicar la motivación y detallar el protocolo a seguir, durante el acto se hizo una demostración de un caso en el que la afiliada Anaïs García estuvo acompañada de su perra guía, Cometa, en una unidad del SEM.
Así, este servicio da un paso más en su labor de sensibilización respecto a los pacientes que tienen alguna discapacidad, teniendo en cuenta en todo momento sus necesidades personales. Ahora, conjuntamente con ONCE Cataluña, ha diseñado este procedimiento que permite atender a cualquier paciente con un perro de asistencia (como es el caso de los perros guía), de manera que pueda acompañarle en la ambulancia.
Tras un año de colaboración para materializarlo, ambas entidades han elaborado un protocolo de actuación que contempla -a partir del trabajo de campo previamente realizado con perros guía en las ambulancias- cómo fijar la colocación y medidas de seguridad para los animales en ese ámbito móvil. Posteriormente, se comprobó el funcionamiento efectivo, hasta testarse la supervisión final del protocolo de correcto uso del correspondiente anclaje, que garantiza un acceso seguro del perro al vehículo en todas las ambulancias del SEM. Se trata de una iniciativa pionera en el abordaje integral sobre el terreno de las emergencias médicas, y que cuida tanto de la salud del usuario como de la integridad del perro. Pues con la medida se pretende sobre todo velar por la salud y el bienestar de los pacientes con alguna discapacidad que cuentan con un perro de asistencia, cuando han de ser atendidos por los profesionales sanitarios, también durante su traslado al hospital.
El perro de asistencia -siempre identificado con una placa que lo acredite como tal- podrá acompañar al paciente en el interior de la ambulancia, siempre que la asistencia sanitaria del paciente lo permita. La cabina se ha habilitado para ello con un sistema de sujeción que permite enganchar el arnés del perro al mecanismo de retención.
En el supuesto de que se decida hacer el traslado del animal en un Vehículo de Intervención Rápida (VIR) del SEM, que no disponga de espacio para la camilla, el perro se ubicará en la cabina de conducción gracias a otro mecanismo de retención conectado en este caso al anclaje del cinturón de seguridad.
El perro irá sentado/tumbado en el suelo, sobre una sábana de papel como medida de higiene, y no podrá subir al asiento con el fin de asegurar su seguridad durante el traslado. El sistema de retención reducirá la movilidad del perro, garantizará su seguridad en caso de colisión del vehículo, de una frenada brusca o de otras maniobras imprevistas, y también evitará interferencias en las tareas de conducción de la ambulancia.
Durante el traslado del paciente con el perro de asistencia, la ambulancia informará de este extremo a la Central de Coordinación Sanitaria (CECOS) del SEM y ésta alertará a su vez al servicio de seguridad del hospital receptor. Una vez allí, este servicio se hará cargo del control y la custodia del perro.
¿Qué perros pueden acceder a la ambulancia?
Hay actualmente reconocidos cinco tipos de perros de asistencia, convenientemente adiestrados para dar servicio a personas con alguna discapacidad (visual, auditiva o física) o que tengan trastornos del espectro autista, diabetes y epilepsia, entre otros. Éstos son:
- Perro guía, adiestrado para guiar a una persona ciega o con discapacidad visual grave.
- Perro de servicio, adiestrado para proporcionar ayuda a personas con discapacidad física en su vida diaria.
- Perro de señalización de sonidos, adiestrado para avisar a las personas con discapacidad auditiva de diferentes ruidos e indicarles su fuente de procedencia.
- Perro de aviso, adiestrado para dar aviso ante señales de alerta para epilepsia, diabetes o cualquiera de las enfermedades para las que ha sido entrenado.
- Perro para personas con trastornos del espectro autista, adiestrado para cuidar de su integridad física, guiarla y controlar las situaciones de emergencia que puedan acontecer.