El CRE de Sevilla pone los cuentos en las manos de los niños afiliados con la intermediación de sus padres
Según estaba previsto, el pasado martes 18 de febrero, el Centro de Recursos Educativos (CRE) de la ONCE en Sevilla puso en marcha la actividad ‘Las canciones y los cuentos se pueden tocar’; una iniciativa planteada a modo de taller de adaptación de materiales y dirigida a familias, fundamentalmente madres y padres de pequeños que reciben los servicios de Atención Temprana del centro.
Junto al acercamiento a la realidad de estos pequeños que implica para ellos ponerse en su piel para el disfrute de una narración infantil sin utilizar el sentido de la vista, el objetivo práctico central consistía en mostrar a los participantes cómo hacer cuentos accesibles para sus hijos y otros objetos de entretenimiento e iniciación al conocimiento, mediante sencillas transformaciones, según nos explica, Mª Carmen Hernández, maestra integrante del programa de Atención Temprana del Equipo de Educación Integrada del CRE, en el que trabajan además otras cuatro compañeras y una trabajadora social, como nos comenta la directora del centro, Eva Mª Pérez Palomero.
Se trata -nos explica por su parte Hernández (0,47 MB)- de la cuarta edición de este programa, nacido para dar respuesta a muchas inquietudes de las propias familias en torno a estas cuestiones.
Ocho familias editando sus propios cuentos
En concreto han participado este año ocho familias y, tras la parte teórica, los participantes han elaborado su propia adaptación de un relato infantil, en este caso el titulado ‘El violín’. “Lo padres han elaborado su propio cuento, atendiendo las indicaciones que les habíamos trasladado previamente y luego se lo han llevado a sus casas para poder compartirlo y disfrutarlo con sus hijos”, señala Hernández (0,63 MB).
Una madre, fans declarada de esta iniciativa, y que de hecho ha participado en sus cuatro convocatorias, nos explicaba como ‘veterana’ (0,41 MB) que la experiencia le está proporcionando una gran soltura y resultándole “muy práctica y útil”. A su lado, otra de las participantes destacaba la utilidad
(0,38 MB) que le parecía que le aportaban estos conocimientos para explicar y hacer comprender a su hijo el concepto de los instrumentos musicales.
Una mamá que repetía por segunda vez, reflexionaba igualmente (0,58 MB) sobre cómo, en general, estas técnicas le han ayudado a adquirir un método para contar los cuentos a los niños que no pueden verlos, y a que disfruten con su imaginación. Y una que se estrenaba, y es también afiliada, no ocultaba su satisfacción
(0,40 MB) por haber sido capaz, pese a su limitación visual, de elaborar un cuento que, además, puede disfrutar como experiencia compartida con su hija.
Finalmente, un padre, que participó en el taller muy activamente con sus compañeras, reconocía
(0,45 MB) que, pese a ser primerizo en esta formación, está seguro de que le va ayudar a contribuir a la afición de su hija por la lectura...
En fin, perfiles muy diversos pero con un balance compartido y claramente positivo. “Un encuentro muy emotivo”, que anima a los propios profesionales a darle continuidad en los próximos cursos, resume Mª Carmen Hernández (0,35 MB).
F.G.N.