La hazaña del afiliado vitoriano Javier Rojas: cruzar el Ártico a golpe de voz y determinación
El afiliado vitoriano Javier Rojas se ha convertido en el primer español ciego en llevar a cabo una expedición ártica prescindiendo del uso de las habituales barras direccionales (que guían a las personas ciegas en este tipo de travesías a pie), orientándose sólo a través de la voz del resto de compañeros de expedición, en especial de su guía, Yosu Vázquez. Fue la última semana de febrero en el altiplano más extenso de Europa, en el Parque Natural Hardangervidda (Noruega).
El alavés Javier Rojas, primera persona ciega que realiza una expedición por el continente helado sin valerse de barras direccionales
Javi no podía disimular la emoción, a su regreso, confesando que en aquel continente helado “he vuelto a ver”, gracias -dice (0,33 MB)- a la entrega, la colaboración y la comunicación de sus seis acompañantes, “seis pares de ojos” que han ido a su lado en todo el recorrido. Una experiencia realmente singular pues nunca un deportista ciego se había lanzado a una hazaña similar, prescindiendo de la barra direccional, que normalmente portan dos guías videntes (uno en cada extremo, o como mucho uno con límite visual en cola), y a la que en el centro se agarra la persona ciega, de modo que los guías le pueden indicar los obstáculos además de servirle para reforzar el equilibrio a la hora de superar cualquier dificultad.
Rojas, por contra, ha podido experimentar en Noruega la sensación de andar de forma individual y autónoma... “Me sentía de nuevo, como cuando yo veía...”, rememora (0,20 MB). Y todo ello en un paraje tan especial como Hardangervidda , con una superficie de 8.000 km cuadrados, y una altitud comprendida entre los 1.100 y los 1.400 metros.
Junto a a Javier y Yosu viajaba Javier Alfonso Antúnez, presidente de Montes Solidarios; y todos ellos, junto al equipo de grabación de la productora alavesa Antartik Studios, marcharon bajo las directrices del guía ártico José Arco, de la compañía de guía de montaña barcelonesa ‘Latitud Nómada’.
Un reto cómplice y compartido
Para Yosu Vázquez, como para Antúnez, el reto ha sido tan mayúsculo como para el propio Javier. Pese a su amplia experiencia, hubieron de agudizar sus conocimientos e ingenio para guiarle usando distintas técnicas sonoras y habilidades a la hora de indicar obstáculos, ritmo, amplitud del paso o del salto necesarios... Vázquez reconoce que le dio muchas vueltas a las técnicas a implementar sobre el terreno antes de iniciar la aventura, y que luego las puso en práctica con Javier, cómplices ambos de esa estrategia, “primando siempre -asegura (0,34 MB)- la seguridad en la travesía”.
Así lo marcaba en todo momento, reconoce también Yosu, el jefe de la expedición, José Arco, quien evocaba por su parte (0,31 MB) al regresar una de las anécdotas del recorrido que se le habían quedado más nítidamente grabadas; lo que denomina la ‘visión global’ de Javier ante circunstancias singulares de la aventura, como la que captó al entrar en la tienda de campaña durante su montaje bajo la lluvia ártica.
Esta combinación del factor físico y del psicológico ha sido, de hecho, para Arco uno de los pilares fundamentales para el éxito de la expedición, pues, aunque cada miembro tenía muy clara su función, fue la unión la que les dio las suficientes fuerzas que se requerían en no pocas ocasiones. Y Javi -destaca Arco (0,38 MB)- “ha sido un ejemplo de autonomía que muestra las posibilidades de expedición de personas como él”.
La experiencia resultó, en fin, tan sorprendente como positiva. Yosu Vázquez lanzaba por ello un mensaje de normalización (0,38 MB) y ánimo hacia las personas con discapacidad y sus entornos. Y, por su parte, Javier Rojas, coincidía
(0,32 MB) animando a las personas ciegas o con baja visión a que salgan de casa porque, con voluntad... “todo es posible”. Concluyendo con un mensaje que no tiene precio: “en la vida hay que quedarse siempre con lo positivo, reflexionar sobre las adversidades y dejarlas atrás, no desfallecer nunca...”.