Imaginación, nuevas experiencias y ganas de aprender desde casa para los más pequeños
Todos, absolutamente todos, estamos obligados en nuestro país a reinventar nuevas formas de trabajar, aprender, relacionarnos y, en definitiva, vivir, durante el confinamiento provocado por el Estado de Alarma ante la crisis del Covid-19. Uno de los primeros colectivos en hacerlo fueron los estudiantes y sus profesores de todos los niveles educativos; y, como el resto, los alumn@s afiliad@s a la ONCE y sus docentes de apoyo se han apuntado a este reto de imaginación e ilusión.
Los profesionales de los equipos educativos de la ONCE, con más de 1.500 personas de diferentes especialidades, se vuelcan estos días en la #VueltaAlColeVirtual tras el paréntesis de la Semana Santa para, en colaboración con las Comunidades Autónomas, garantizar la inclusión y la actividad educativa de nuestros 7.500 alumnos y alumnas ciegos e impedir que nadie se quede atrás. Una labor que se está realizando online y gracias a la imaginación y creatividad que comparten profesores, alumnos y sus familias, así como a las plataformas accesibles con las que pueden intercambiar información que permita continuar el curso, en todo lo posible, como el resto de sus compañeros.
Pero, ¿cómo pueden nuestros profesores prestar atención educativa en pleno Estado de Alarma a estudiantes con discapacidad visual, de modo que no pierdan parte del temario curricular ante el que deben evaluarse este curso?
Pues, para empezar, las adaptaciones tecnológicas que actualmente tienen los profesores de apoyo de la ONCE y sus alumnos han resultado una baza muy importante para la actual situación. Pero tan importantes son estas adaptaciones específicas -el lector Jaws o la línea braille-, como las universales (por ejemplo, las videollamadas) y, sobre todo, la implicación de las propias familias, padres y madres que están echando una mano a sus hijos y a sus profesores, como nos relataba una de nuestras docentes (0,81 MB) de apoyo.
Porque, claro está, no es lo mismo ir a clase con los compañeros que estudiar a golpe de ratón, aun con las adaptaciones necesarias. “Por eso, las pautas que damos los profesores resultan de vital importancia para el alumnado”, explica
(1,03 MB) otra de las profesoras.
Y los resultados, aún no siendo lo mismo que yendo al cole, no están siendo nada malos. A ello ayuda mucho la actitud de los propios estudiantes afiliados. Buen ejemplo de ello son Alba (0,20 MB) o Andrea
(0,35 MB), dos alumnas con discapacidad visual que están resistiendo óptimamente la situación: están bien organizadas y tienen tiempo para todo, aseguran.
En definitiva, circunstancias difíciles como las que vivimos han dado a luz un engranaje educativo cuyas piezas, profesores, tutores y profesionales del equipo de apoyo de la ONCE, junto a los alumn@s y familias, hacen posible una operativa eficaz en tiempos de crisis. Así lo manifiesta, por su parte, Manuel (0,53 MB), alumno afiliado de 5º de Primaria.
Iniciativas que son ejemplo
Un ejemplo de cómo la imaginación se ha puesto en marcha en tan difíciles circunstancias son las diversas iniciativas que los profesionales del Equipo de Atención Educativa de la ONCE en Cádiz han impulsado para reforzar la imaginación y creatividad de los alumnos ciegos y con discapacidad visual grave de la provincia y contribuir así a que lleven mejor el confinamiento en casa.
También desde sus domicilios los maestros de la ONCE se han adaptado a la situación y realizan atenciones individuales con los alumnos y reuniones con los profesores ayudándose de las nuevas tecnologías. “Las videollamadas son de una gran utilidad en estos momentos de confinamiento. De esta forma se sienten un poco más cerca los alumnos, profesores y familias”, explica la responsable de Servicios Sociales de la ONCE en Cádiz, Tamara Ramos.
Conscientes de que los estudiantes están bien atendidos desde sus centros, y que incluso pueden llegar a tener una gran carga académica, el equipo de maestros de la entidad ha diseñado boletines de actividades que se envían dos veces por semana a las familias. En ellos proponen actividades lúdicas, manualidades y recetas de cocina que permiten a los chicos y chicas pasar tiempo en familia y, a la vez, divertirse.
El equipo educativo específico se reúne dos veces por semana para organizar el trabajo que posteriormente envían a las familias. Ponen sus ideas en común y de ahí salen los boletines de actividades. “Se trata de un buen complemento que permite al alumno adquirir habilidades y destrezas de la vida diaria, proponiendo su implicación en la cocina y la colaboración en las tareas del hogar”, comentan los profesionales gaditanos.
“A estos días de confinamiento hay que sacarles también su lado positivo, potenciando la imaginación y creatividad de nuestros profesionales, aprovechando y aprendiendo a usar al máximo las nuevas tecnologías, compartiendo recursos y experiencias, y dando la oportunidad a las familias de aprender con sus hijos nuevas formas de afrontar las tareas diarias”, subraya la directora del Centro de Recursos Educativos de ONCE en Sevilla, Eva Pérez.
Desde este centro se coordina toda la atención educativa de los cerca de 1.800 alumnos ciegos o con discapacidad visual grave que hay en todos los niveles educativos en su zona de influencia. En concreto desde la ONCE de Cádiz se atiende a un total de 257 alumnos ciegos con discapacidad visual grave, a través de cuatro equipos educativos, desplegados en Algeciras, Jerez, Ceuta, y Cádiz, que implican a un total de 26 profesionales, entre maestros, profesores y técnicos.
Y en el otro extremo geográfico, otro ejemplo ilustrativo. En Barcelona, un total de 1.200 alumnos con discapacidad visual o sordoceguera de Cataluña y del resto del área de influencia con sede en la Ciudad Condal continúan estudiando estos días gracias a la ayuda de un total de 75 profesionales, 'maestros itinerantes' que coordinan la atención de los alumnos con necesidades educativas derivadas de su discapacidad visual o auditiva y que, como el resto, actúan como puente entre escuelas, familia y estudiantes.
Estos profesionales solicitan a los profesores de los centros que otorguen más tiempo a los alumnos con baja visión y que les aportej las fichas y deberes en documentos word para poderlos adaptar a audio o braille, entre otras múltiples tareas. Además, en estos días tan complejos, la ONCE está prestando también este servicio de adaptación y de recursos tiflotécnicos, bajo demanda, mediante el que se transforman libros de texto en archivos de audio para personas con discapacidad visual, abriendo el acceso a su biblioteca digital con centenares de libros.
‘Los abuelos cuentan’
Y terminamos con una guinda para este variado pastel: 'Los abuelos cuentan', otra iniciativa que también merece ser destacada en esta coyuntura, y que se ha puesto en marcha tras las vacaciones de Semana Santa. Los profesionales del Equipo de Atención Educativa de la ONCE en Córdoba, con el objetivo de reforzar la actividad académica de los alumnos ciegos y con discapacidad visual grave de la provincia, están promoviendo la grabación en vídeo de cuentos narrados por los abuelos de estos niños. "Queremos romper la indiferencia y visualizar que las personas mayores son muy importantes para nosotros”, afirman los impulsores de la iniciativa.
Los maestros contactan con los abuelos de sus alumnos y les piden que graben la narración de un cuento que luego el equipo distribuye entre todo el alumnado periódicamente. “Jugamos con el doble sentido de la palabra contar; contar un cuento para todos los niños y para todos nosotros a la vez, pero subrayando que los abuelos 'cuentan', que las personas mayores son importantes, ahora que en ocasiones son los más olvidados y quienes más están padeciendo las consecuencias de esta pandemia y del confinamiento”, explica Antonio Maestre, uno de los docentes que ha impulsado esta iniciativa.
Los profesionales de la ONCE quieren impactar así la dinámica de trabajo de sus alumnos. Pretendemos romper la indiferencia. Esta idea parte de una rebeldía -añade Maestre-. Porque nos rebelamos ante el hecho de que las personas mayores sean las principales víctimas de esta pandemia, y mostrar cómo les necesitamos: no queremos que les pase nada. Y ellos lo han recibido con entusiasmo”. En principio, están publicando dos vídeo-cuentos por semana, pero la audiencia a la que llega está resultando mayor de lo que son estrictamente alumnos de Primaria, porque -destacan- están teniendo muy buena acogida por parte también de los de Secundaria.