Estás en:

No dejar a nadie atrás: 123.000 llamadas para llegar a todos y todas

Trabajadora afiliada al teléfonoLos servicios sociales de la ONCE, sumados al trabajo de muchos voluntarios y otros trabajadores, han realizado desde el pasado 4 de abril más de 123.000 llamadas que han permitido contactar con casi 65.000 personas de la Organización, especialmente afiliados y vendedores.

Se mantiene así la prioridad marcada por la ONCE para contactar con todos sus trabajadores, vendedores y no vendedores, además de con el conjunto de sus afiliados, y ponerse a su disposición ante la situación derivada del coronavirus, para atender cualquier asunto o consulta de carácter social o laboral generado por la crisis del Covid-19 bajo la máxima de no dejar a nadie atrás.

De este modo, de los 71.692 actuales afiliados a la ONCE, se ha conseguido contactar -para ponerse a su disposición- con casi 43.000, especialmente personas mayores, con incidencia destacada, hasta llegar a cubrirlos en su casi totalidad, de los más de 14.000  afiliados mayores de 60 años que viven solos. Estudiantes y personas con algún riesgo de exclusión han sido otros dos colectivos prioritarios. En definitiva, se ha contactado en estos dos primeros meses de confinamiento con el 60% de los afiliados a través de la realización de más de 57.000 llamadas telefónicas.

Por otra parte, del total de los 19.102 vendedores de la plantilla ONCE (afiliados/as y personas con otros tipos de discapacidad), se ha contactado a casi 19.000, a quienes se les ha explicado la situación y animado para mantener la ilusión a buen recaudo, de cara a la vuelta a las calles, que la organización ya está planificando como recoge esta misma edición de nuestra revista.

Y esta labor de contacto laboral, enfocada al mismo objetivo, se ha completado mediante la comunicación -también por vía telefónica- que se ha establecido con los más de 3.000 trabajadores no vendedores de la Organización.

En las primeras semanas, en función de la propia demanda de los interesados, las llamadas trataron de resolver situaciones relacionadas con servicios esenciales para las personas en mayor riesgo (acceso a comida, medicación ,servicios sociales, tecnología…), mientras que en una segunda etapa se han comenzado a centrar en aclarar situaciones que aluden al cobro de nóminas desde la ONCE o de los servicios públicos de empleo (en el caso de los afectados por ERTE), así como garantizar que ninguna familia atraviese situaciones no deseables, mediante la gestión de adelantos y préstamos establecidos en el acuerdo con los sindicatos, entre otras acciones.