Carrasco vive en piel propia el ‘exceso de celo’ de algunos ciudadanos frente al entrenamiento deportivo profesional
Numerosos deportistas españoles de alto nivel han mostrado su disgusto y consternación añadidos por el trato que han recibido de no pocos afectados por el ‘exceso de celo’ de una parte de la ciudadanía. Pequeña pero ruidoso porcentaje de la población que les ha llegado a mostrar, aunque por desconocimiento, su animadversión, y en ocasiones incluso han llegado a denunciarles, por entrenar en determinados espacios públicos, ignorando su condición de Deportista de Alto Nivel (DAN) fuera de los horarios establecidos con carácter general. Es el caso del veterano triatleta paralímpico Kini Carrasco, que compite con un solo brazo.
Aunque trata de quitar hierro y dejar atrás la anécdota, el extremeño se reconoce impactado por los insultos de que fue objeto, llegando a lanzarle cubos de agua algún ciudadano mal informado, al creer que se saltaba (durante un enfrentamiento desarrollado a mediados de mayo) las normas del confinamiento. Prefiere Kini quedarse con el posterior apoyo y solidaridad de la gran mayoría: “Me ha tocado vivir las dos caras; por un lado, la parte más triste con el tema de los insultos, y por otro, la más agradable y amable con el apoyo que me han demostrado. Ahora salgo a entrenar y la gente me pita con el coche y me saluda. Bueno, son cosas que pasan, pero no debemos dar más importancia a alguien que se dedica a insultar de esa manera”, ha manifestado el triatleta en una entrevista concedida al canal Paralímpicos TV, del Comité Paralímpico Español (CPE). Con experiencia en tres Juegos Paralímpicos y un buen número de Mundiales y Europeos, Carrasco reconoce la dificultad de estar en Tokio y más dado el retraso por el coronavirus (llegaría con 56 años), pero le ilusiona la posibilidad de acudir dentro del cuerpo técnico de la Federación de Triatlón. “Estar en mis cuartos Juegos, aunque sea de ese modo, es algo impensable cuando te dedicas a esto”, reflexiona.
Orgulloso de su patria chica, considera Cáceres “una de las ciudades más bonitas del mundo”, y lleva tatuadas en un gemelo las banderas de Extremadura y de España, y es uno de los personajes más querido y entrañable del equipo de Atletismo, y en concreto de Triatlon, de la selección española, cuyos miembros -nos confiesa- le conocen con el mote de ‘el hermano malo de los Dalton’, por su imagen, su permanente barba en forma de perilla, etc. “Esto demuestra el buen rollo que tenemos, y de ahí quizá también vengan los buenos resultados que obtenemos”, concluye.