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La Protección del Medio Ambiente en el Centro Logístico y de Producción de Productos de Juego de la ONCE

Imagen alegórica de la implicación del ser humano por la conservación de la NaturalezaLa ONCE es, por su propia naturaleza, socialmente responsable, y así es percibida en la sociedad española. Pero, además, como organización del siglo XXI enfocada a una función social, es consciente del impacto que sus actividades generan sobre la sociedad en general.

Si la Responsabilidad Social Corporativa (RSC) se entiende como la contribución activa y voluntaria por parte de empresas y organizaciones a la mejora social y económica de las sociedades, toda la labor de la ONCE está enfocada hacia ese extremo. Así, conjuntamente con el ejemplo global de responsabilidad que representa su misión institucional con las personas con discapacidad, la ONCE desarrolla otras acciones dirigidas a armonizar su función social y, entre estas, el compromiso con el medio ambiente, llevando a cabo diversas actuaciones encaminadas a reducir su “huella ambiental”, minimizando las emisiones de gases efecto invernadero y que agotan la capa de ozono, optimizando la gestión del agua, la gestión de los recursos, etc.

En el Centro Logístico y de Producción de Productos de Juego de la ONCE (CLP) se desarrolla una actividad industrial como consecuencia de la fabricación de los productos de juego pasivo y su distribución junto con la lotería instantánea a los vendedores y establecimientos del Canal Físico Complementario. En esta actividad, en la que se emplea de forma masiva papel, tinta, plásticos y otros materiales generadores de residuos, el compromiso con el medio ambiente es total, adoptando medidas específicas para la medición y reducción de los aspectos que puedan producir un impacto negativo sobre el medio ambiente, tales como los residuos, el consumo de recursos naturales y de las materias primas.

La gestión medioambiental eficiente siempre ha estado presente en el CLP, no conformándose únicamente con el mero cumplimiento de la normativa vigente en cada momento, sino tratando de aplicar las medidas más avanzadas en favor del medio ambiente, englobadas en cuatro líneas básicas de actuación: la recogida selectiva de los residuos generados y su tratamiento posterior por empresas especializadas para su reutilización o destrucción controlada; el ajuste máximo de las materias empleadas a los encargos de producción; evitar el uso de materiales especialmente perjudiciales para el entorno; y la selección de la tecnología más amigable con el medio ambiente para los procesos de producción.

De esta forma y a lo largo de los años se han ido aplicando medidas orientadas a preservar el entorno natural, como por ejemplo prescindir del uso de alcohol en el agua de las máquinas rotativas; el uso de tintas solventes con agua para la impresión masiva de datos variables frente a tintas formuladas con solventes químicos, contaminantes de las aguas residuales; el uso de papeles sin blanqueantes ópticos para evitar la utilización de cloro; o la sustitución del PVC para el envoltorio de los topes por polietileno de baja densidad, material este último con más y mejores posibilidades de reciclado.

Medidas adoptadas hoy en día

Actualmente, los fabricantes de papel homologados por el CLP para la provisión de papel destinado a los productos de juego cuentan con las certificaciones FSC® y PEFC™, que aseguran que la fibra obtenida para la fabricación del papel procede de bosques controlados, con replantación planificada y sin alteraciones genéticas, respetando los derechos humanos en toda la cadena de custodia, el mantenimiento y desarrollo de los recursos forestales y la contribución a los ciclos globales del carbono.

En la misma línea de las homologaciones anteriores se encuentra el papel térmico sobre el que se imprimen las apuestas por Terminal de Punto de Venta. Asimismo, la fabricación de juegos de Lotería Instantánea también se realiza con papel certificado, en este caso FSC Mix® (pulpa de papel proveniente y gestionada de bosques sostenibles).

A nivel de consumo, eficiencia energética y reducción de emisiones, al igual que en otros centros de la ONCE, en el CLP se están aplicando medidas tales como la sustitución progresiva de la iluminación convencional por iluminación LED, equipación de tecnología Inverter® en los equipos de climatización que se sustituyen y sustitución del refrigerante R22 en las máquinas antiguas de refrigeración por otros gases más eficientes que no perjudican la capa de ozono.

Mención aparte merece el esfuerzo realizado durante 2019 para ejecutar el cambio de las cubiertas de todos los almacenes del CLP, instalando un material traslúcido que ha mejorado notablemente la luminancia natural y el confort climático.

Imagen a vista de pájaro del Centro Logístico donde se elaboran los productos de juego de la ONCE en MadridFuturas mejoras

De cara al futuro y a corto plazo, el CLP se plantea la evolución del polietileno reciclable utilizado en el envoltorio de topes, paquetes de vendedor y bolsas valija, a polietileno fabricado en su totalidad con polietileno reciclado o con un alto porcentaje de este material, persiguiendo el agotamiento del ciclo de vida de estos productos plásticos frente a los plásticos de un solo uso, favoreciendo de esta forma la economía circular. Y a largo plazo la intención es sustituir además en parte el polietileno reciclado por papel de envolver reciclado, por ser este un material más respetuoso con el medio ambiente. No obstante, y pese al firme compromiso del CLP en consonancia con el objetivo de la ONCE de reducir su ‘huella ambiental’, la aplicación de estos cambios no sólo depende de decisiones internas pues tanto la tecnología de fabricación de nuevos materiales reciclados, como la de la maquinaria empleada para su procesamiento se encuentran aún en un nivel incipiente, con aplicaciones industriales poco avanzadas y casi de orden testimonial.

El CLP comparte la creciente concienciación ciudadana y gubernamental por la preservación del entorno natural y la lucha en contra del cambio climático. La mejora de los materiales que sirven de base para la fabricación de productos de juego y su embalaje, así como la evolución de la tecnología aplicable para su procesamiento, son factores clave respecto de los cuales el CLP estará muy atento para aplicarlos, sumando al resto de medidas ya en uso en el propio CLP y a las medidas globales impulsadas por la ONCE, como contribución activa para preservar el medio ambiente.