El Grupo Social ONCE (GSO) se significa y potencia su valor de solidaridad, a través del proyecto ‘Confianza sin fianza’, con el protagonismo de los afiliados de la ONCE y de todos los trabajadores del colectivo. “Somos alrededor de 70.000 empleados y de 72.000 afiliados en toda España”, apostilla Eugenio Prieto, consejero general y coordinador del grupo de trabajo de Ética del que depende este ambicioso y solidario proyecto colaborativo.

‘Confianza sin fianza’ arrancó su puesta en marcha coincidiendo con la reincorporación a la ‘nueva normalidad’ tras el estado de alarma derivado de la pandemia de la covid-19. Ahora, ya a pleno rendimiento aunque aún en proceso de expansión, con la globalidad del equipo de trabajadores de las tres áreas ejecutivas del GSO (ONCE, Fundación ONCE e Ilunion), el proyecto, que tiene su origen en un concurso de ideas entre los propios trabajadores, avanza sin pausa. 

Así hemos querido saber todo... o casi todo lo que precede y acontece acerca de tan fuerte y sonoro titular, con la solidaridad como telón de fondo.

 “Este proyecto surge de un concurso de ideas entre todos los trabajadores del Grupo Social ONCE, impulsado en diciembre de 2017 y cuya pretensión era ahondar en el conocimiento colectivo de nuestro Código Ético", explica Prieto. Se han establecido distintas categorías, y una de ellas (la de ‘Ética personal’) es en la que resultó galardonada María, una trabajadora social de la ONCE en la Comunidad de Madrid que presentaba este proyecto ‘Confianza sin fianza’.

Pregunta.- El trabajo premiado de María fue el origen, la simiente del proyecto...

Eugenio Prieto.- Sí, sí, claro. Desde diciembre de 2017 está ahí la idea; a partir de ella se trabajó desde el Grupo de Ética, con la colaboración directa de las tres áreas ejecutivas del Grupo Social ONCE, en toda esa filosofía que impregna el proyecto... También en fundamentarla tecnológicamente, concretamente se habilitó finalmente en un ‘minisite’, que permitiera ese intercambio de colaboración entre trabajadores y entre afiliados a la ONCE.

P.- ¿Cómo se canaliza y qué pasos se van dando para que tome forma el proyecto, que ya está funcionando? ¿Cómo va todo, en conjunto?

E.P.- Se ha puesto en marcha tras la crisis sanitaria, coincidiendo con la reincorporación de todos los compañeros (1,12 MB), de todos los empleados a sus puestos de trabajo. Desde la entidad se ha remitido un mensaje a través de PortalONCE a todos sus empleados y también a todos los afiliados (a través de ClubONCE), en el que se informaba del objetivo último del proyecto como herramienta de colaboración personal entre todos los que formamos parte de la gran familia del Grupo Social ONCE.

A partir de ese momento se empezó a hacer difusión de la iniciativa entre los trabajadores de Ilunion y de Fundación ONCE para implicar también a ese gran colectivo de trabajadores en el proyecto.

P.- En definitiva, se trataba de implementar una plataforma abierta a todos los integrantes del Grupo...

E.P.- Sí, en efecto. El objetivo fue crear un minisite al que se puede acceder indiferentemente desde PortalONCE, desde ClubONCE y desde los sites y plataformas internas de Ilunion y de Fundación ONCE.

P.- El presente, con todo el contexto ligado a la pandemia de la covid-19, parece un contexto especialmente adecuado para lanzar esta iniciativa, como refuerzo a las necesidades personales y a los criterios de solidaridad, que parecen otorgar al proyecto un especial  significado...

E.P.- Totalmente. La verdad es que a la idea, a esa génesis del proyecto nacida hace casi tres años, le hemos tenido que dar muchas vueltas para confluir en ésta... Y lo cierto es que ahora ha coincidido realmente con un momento en el que probablemente la solidaridad es el valor más puesto de relieve por nuestra sociedad. Por desgracia, la coincidencia de la salida del proyecto con la catástrofe que está suponiendo la crisis sanitaria del coronavirus nos hace pensar en otros tipo de apoyos y de ayudas... La simbología y el significado coinciden (1,18 MB): la solidaridad, que es el valor que afortunadamente más se impone estos últimos tiempos.

P.- En su breve etapa de materialización, ¿qué balance cabe ya adelantar del arranque de esta iniciativa a través del minisite ‘Confianza sin fianza’?

E.P.- La verdad es que nuestra gente está respondiendo muy bien; en sus pocas semanas de funcionamiento es digno de mención que haya más ofrecimientos de favores, de ayudas..., que demandas. Puedes ver las existentes, publicar las tuyas y -si estás interesado en alguna de ellas (demandas o ayudas)- pues, directamente, de una forma muy intuitiva y sencilla, contactar con la persona que ofrece o que está demandando el servicio.

P.- ¿Y qué es lo que se ofrece y se demanda más habitualmente a través del minisite? ¿Se  puede hablar de intercambio de favores o compensaciones, de la filosofía win-win, en la que todos ganan?

E.P.- Pues sí, aunque con una particularidad que creo muy importante: no tiene por qué haber compensación alguna. Es decir, si yo demando una ayuda en concreto porque necesito a alguien que me pueda ayudar a reparar, por ejemplo, la lavadora, no tengo por ello que ofrecer una contraprestación, otro favor directo, a la persona que me ayude... Al final, hablamos de un ámbito, de unas áreas de cooperación enormemente diversas. Parten de la buena voluntad y de lo que sabe hacer cada uno; de quien es un manitas, o dispone de alguna habilidad, conocimiento o de alguna herramienta útil para muchos y muchas... ‘Oye, míra, si vas a hacer alguna reforma, llámame que entiendo del tema, porque me he dedicado a esto durante muchos años y te puedo aportar mi opinión, ¿no?’... Cosas así, que parten del buen hacer y de la buena voluntad de las gentes del Grupo Social ONCE, desde su ámbito más personal.

Genoveva Benito

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