Vendedores de la ONCE, ejemplo de resistencia y compromiso
La sociedad en su conjunto, empezando por su propio colectivo de decenas de miles de afiliados y trabajadores, ha recibido un diáfano mensaje de la decidida respuesta del Grupo Social ONCE ante la gravísima situación derivada de la pandemia desde la perspectiva de su labor de atención social y de solidaridad con los más vulnerables. No dejando solo a nadie, centrando su esfuerzo y el de su capacidad de movilización en las necesidades reales de las personas. Pero, llegada la actual situación, con la excepcionalidad que conlleva la necesidad de reactivación al tiempo que repuntan algunos datos preocupantes por el incremento de casos de contagio, es obligado reflexionar también sobre la dimensión institucional y económica con que debe hacer frente al nuevo horizonte dibujado por el coronavirus.
Los vicepresidentes 1º y 2º de la ONCE, que coordinan las políticas de orden institucional y económico del Grupo Social ONCE, respectivamente, se asoman con este motivo a esta edición de nuestra revista. Y refuerzan la lectura en positivo de las posibilidades de remontada, siempre que se generalice la opción -que la Organización ha adoptado desde el primer momento- por la prudencia y la unidad de todos los agentes sociales en su compromiso por la recuperación socioeconómica del país.
Y, destacan, que la primera asignatura, junto a la salud, ha de pasar por el fomento del empleo. Lo hace la ONCE predicando con el ejemplo, desde el compromiso de recuperar su senda de creación de puestos de trabajo que pretende embridar nuevamente en la línea ascendente alcanzada estos últimos años. Pero, al tiempo, reclamando ese mismo compromiso de Administraciones y agentes sociales, convencida de que el trabajo es una herramienta clave para movilizar no sólo la economía sino también la ilusión colectiva. Por eso pone el foco para todo su colectivo en una conciencia compartida que sitúe al frente de las prioridades la valoración del talento y la energía social, sin renunciar a la indispensable prudencia; y. desde la perspectiva institucional, con el objetivo de fomentar las alianzas con agentes nacionales e internacionales.
Como explica José Luis Pinto, la entidad siente un “especial orgullo” por la respuesta dada en este sentido por sus agentes vendedores que, todos ellos personas con alguna discapacidad, no han dudado en volver a las plazas y calles de España con su mensaje de ilusión. Afrontando todas las restricciones y condicionantes de movilidad y distancia física que tanto dificultan su tarea cotidiana, pero sin torcer el gesto ni ceder un ápice en ningún momento ante la adversidad. Sería difícil encontrar un ejemplo más emblemático de la capacidad de resistencia y de respuesta en positivo a la pandemia. Todo nuestro reconocimiento y el más rendido homenaje hacia cada uno de esos casi 20.000 hombres y mujeres, incansables centinelas de la ilusión.