La ONCE se ha unido al movimiento internacional de las personas ciegas y con discapacidad visual para celebrar estos días dos jornadas emblemáticas en su calendario  conmemorativo: el Día Mundial de la Visión (el 8 de octubre) y el Día del Bastón Blanco. El primero se convocó a escala transnacional bajo el lema ‘Derecho a ver’, como quiso destacar la Unión Mundial de Ciegos (UMC) que hizo pública con este motivo una declaración institucional por la efeméride, que se conmemora cada año el segundo jueves de octubre, en defensa y reivindicación de una mayor conciencia acerca de la ceguera y la discapacidad visual.

En España la ONCE le dedicó a la conmemoración el cupón del propio día 8, una copia enmarcada del cual le fue entregada por Imelda Fernández, vicepresidenta de Servicios Sociales y Participación de la Organización, al presidente de la Fundación Sociedad Española de Oftalmología, Julián García Sánchez. Además, ambas entidades organizaron, junto a la Real Academia Nacional de Medicina de España, una jornada en la que distintos expertos, profesores y doctores analizaron diferentes temas relacionados con la ceguera, la detección precoz de los déficit de visión en niños, así como de los intereses de las asociaciones de pacientes y su repercusión social.

A escala internacional, y también en España, la UMC lanzó, junto a, la campaña ‘Esperanza a la vista’, con la que reclaman de las Administraciones mejorar la atención ocular y frenar el auge de la discapacidad visual en nuestro país y en el mundo. E instan a los diferentes Gobiernos a garantizar a todas las personas los necesarios cuidados (“accesibles y asequibles”) en materia de salud visual. Todo ello en el marco de respeto y contribución al cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS), especialmente del número 3, que apunta a asegurar vidas sanas y a promover el bienestar para todos; así como a cumplir el compromiso de los Estados adheridos (como es el caso de España) a la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad, cuyo artículo 25 les conmina a garantizar para esta población “la misma atención médica que a todos, asequible, accesible y de calidad, sin discriminación”.

A instancias de la UMC, las diferentes asociaciones de personas ciegas han aprovechado así la jornada para demandar a sus respectivos gobiernos unos servicios de atención oftalmológica amplios y equitativos, especialmente de cara a los grupos de personas más vulnerables. Del análisis de los datos actuales y las proyecciones de futuro en torno a la salud ocular en el mundo, la UMC infiere que una población mundial envejecida empezará a presentar sistémicos casos de miopía y retinopatía diabética, lo que aumentará las cifras de discapacidad visual en las próximas décadas. Por eso, junto al resto de asociaciones de personas ciegas como la ONCE, urge también a la sociedad en su conjunto a hacerse con regularidad controles visuales.

Además, la UMC hace un llamamiento a todos sus miembros para que trabajen con los correspondientes Ministerios o Departamentos de Salud, y con cuantos prestan servicios en esta materia y garanticen así, también en estos difíciles momentos, la evolución de la atención sanitaria a distancia, para que sea más accesible, equitativa y regular.

Día del Bastón Blanco

Justo una semana después, el jueves 15 de octubre, se ha conmemorado -también con carácter internacional- el Día del Bastón Blanco 2020. Una jornada que reivindica los derechos de las personas ciegas, tomando como referencia la histórica importancia del bastón, ese trascendental instrumento para la vida independiente de las personas ciegas o con grave discapacidad visual.

“Mientras el mundo lidia con el impacto de la covid-19, aprovechamos la oportunidad para exhortar a los responsables de dictar las leyes y las políticas y a todos los demás interesados, a tener presente la necesidad de controlar que las infraestructuras que se proyecten o modifiquen se atengan a los protocolos de la pandemia, apliquen las normas del diseño universal al par que sensibilicen a todos”, señala el manifiesto hecho público por la UMC este 15 de ocubre

Recuerda que su informe de agosto último, ‘Nuestras vidas, nuestra decisión’, ya aludía a la experiencias de las personas con discapacidad visual que en todo el mundo se han enfrentado ya a las nuevas normas y condicionantes ligados a la pandemia y que, junto a la necesidad de profundizar en las medidas higiénicas, implicaban guardar filas, mantener distancias, evitar todo tipo de contacto, sin tener en consideración -denuncia la UMC- “las características de accesibilidad requeridas”.

Recuerda por ello el compromiso de los Estados partes por cumplimentar las obligaciones consagradas en la Convención de la ONU sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad (CDPD), y específicamente se refiere a su artículo 9, que requiere a todos los países identificar y eliminar los obstáculos y barreras que impidan a estas personas “acceder a su entorno, al transporte y a los servicios públicos”, para garantizar una vida independiente y un entorno inclusivo. Además, recuerda la UMC, el nº 11 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible subraya la importancia de que las ciudades y los asentamientos humanos sean “seguros para todos”. Objetivos que pone en valor porque “el acceso universal -estima- eliminará algunos de los retos que en la actualidad enfrentan los usuarios ciegos y deficientes visuales del bastón blanco”; incluido el derecho a “desplazarse con independencia y seguridad en un entorno universalmente accesible”, valiéndose de ese emblemático instrumento de movilidad que hoy sus usuarios se comprometen a mantener permanentemente desinfectado para la seguridad de todos.

Entre las organizaciones que se han sumado al movimiento reivindicativo con motivo de este Día del Bastón Blanco en nuestro país se encuentra la Asociación de Usuarios del Perro Guía de Madrid, que centró su mensaje en la situación vivida a causa de la pandemia de la covid-19. "En esta nueva situación -señalan-, hay algo a lo que nuestros perros no están acostumbrados.  Ellos no han aprendido a separarse dos metros de cada persona con la que nos cruzamos por la calle, ni distinguir las señales que marcan la distancia de seguridad. Por eso desde aquí solicitamos a la ciudadanía, que sean ellos quienes, al vernos, tomen las medidas oportunas para respetar esta distancia social. Esperamos que todos comprendan que no es nuestra intención saltarnos las normas establecidas ni incomodar a los demás ciudadanos si esto ocurre... Asimismo, queremos mostrar nuestra gratitud a quienes, en esta situación tan desconocida como confusa para todos, nos prestan su desinteresada ayuda en la calle, en los medios de transporte, en las tiendas, etc., facilitándonos nuestra movilidad y autonomía".