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"Le voy a contar la historia de cien años de mi vida"

María Pilar, en el patio de su viviendaLa afiliada María Pilar Oral cumple un siglo de soledad indignada con la política española y entusiasmada con las lecturas que le proporciona la ONCE

“El paisaje de su Zaragoza natal nada tiene que ver con la aldea que describió el universo imaginario de García Márquez. Chipiona tampoco es Macondo. Pero los suyos han sido verdaderamente otros 100 años de soledad. Y como el coronel Aureliano Buendía y toda su extensa familia, pareciera como si María Pilar Oral estuviera predestinada a padecer la soledad a lo largo de toda su vida. A los dos años murió su padre, a los nueve su madre, a los 71 su marido y la semana pasada su perrito Domino.

Sin hijos ni familia, ciega desde hace 13 años, Pilar afronta el último tramo de su vida con una lucidez impresionante, indignada con la clase política española, horrorizada por el virus y entusiasmada por devorar los libros que le proporciona la ONCE. Es una mujer noble, orgullosa y, aunque no lo quiera reconocer, fuerte y valiente, muy valiente...”. Así, con este tono emotivo y cercano, arranca la crónica/entrevista que nuestro compañero Luis Gresa dedica a María Pilar, flamante centenaria, afiliada a la ONCE desde hace más de una década y, pese a todo, tan viva y despierta que llama la atención y provoca la admiración sincera de su interlocutor.

Oral repasa su trayectoria desde la perspectiva de esta difícil coyuntura por el maldito virus, que todo lo trastoca. "Le voy a contar la historia de cien años de mi vida", había anunciado. Y no defraudó, adelanta Gresa que la visitó en su modesta vivienda de Chipiona (Cádiz).

Nació el 25 de octubre de 1920 en Zaragoza y, al morir su padre cuando ella tenía solo dos, marchó con su madre al pueblecito almeriense de Suflí, donde esta última falleció también prematuramente, cuando Pilar apenas tenía nueve años. Alumna de las mercedarias en Baza (Granada), saltó después a Sevilla donde trabajó como sirvienta doméstica y donde terminaría casándose, uno de los momentos de su vida de los que guarda un recuerdo más emotivo, según confiesa la propia Pilar formato MP3 audio(0,57 MB).

La afiliada sonríe mientras explica las vicisitudes de su centenaria trayectoriaLa Guerra Civil, las carencias de todo tipo... una complicada situación que -cree- todavía no ha cicatrizado del todo... “Todavía hay odio”, reflexiona formato MP3 audio(0,47 MB)... “Hoy mismo lo estaba oyendo en las noticias. Están todavía los de derechas y los de izquierda a la greña... Y ahora, con esto del virus, tenemos que ser más conscientes y mirar los unos por los otros...”. Ella se reconoce “muy socialista” por su admiración hacia la histórica  figura de Willy Brandt tras sus 20 años de estancia en Alemania, por su línea de protección a los emigrantes como ella.

Sin hijos (“cuando me dijeron que no podía tenerlos fue un valle de lágrimas”) viajó junto a su marido, Manolo, a aquella Alemania de los años 50, donde trabajaron primero juntos en una fábrica de aluminio y luego por separado -en factorías diferentes-, cuando comenzó a notar sus problemas de visión, “porque el glaucoma lo he tenido toda la vida”, explica... Fueron 20 años de su vida en Núremberg, muy distintos a los casi 40 últimos años de su vida, en su ya adoptada Chipiona, donde, frente a la frialdad alemana, “aquí te sientas y hablas con cualquiera, tienen conversación”.

Gran lectora (“gracias a los libros de la ONCE”) y adicta a la radio, su vida social se ha visto casi reducida a las dos personas de Servicios Sociales de la Junta que se turnan para atenderla entre semana y fines de semana, desde que quedó viuda en 1991.

Y ahora, con cien años ya sobre sus espaldas, asegura no tener miedo a la muerte: “lo que tengo miedo es al dolor... Yo la mochila la tengo ya preparada. Mi padre murió con 28 años, mi madre con 30, y yo tengo 100", reflexiona  formato MP3 audio(1,31 MB) sin ocultar su preocupación por la actual pandemia y su afectación de las personas mayores...

Representantes de la ONCE y vecinas de Pilar la rodean en el día de su cumpleañosSobre todo, expresa Pilar su desesperación por el derrotero que lleva el mundo en muchos sentidos y que no alcanza a comprender, especialmente cómo nos afectan fenómenos como el hambre y las guerras, especialmente a la infancia.

El día de su cumpleaños, el pasado domingo 25 de octubre, Pilar recibió una sorpresa totalmente inesperada. Una representación de la ONCE se trasladó hasta su domicilio en Chipiona para entregarle un ramo muy especial: un ramo de flores con una cinta roja (como ella quería) de la virgen del Pilar, que recogió de manos del director de la ONCE en Cádiz, Alberto Ríos. Además incluía un cupón del nuevo juego de la Organización, 'Mi día' con una apuesta por ese día emblemático en que alcanza el siglo de vida; "y, lo que más ilusión le hizo, un nuevo lote de audiolibros para seguir con la mente despierta hasta el final de sus días”, concluye Gresa su crónica emocionada.

Enlace a la entrevista íntegra en el Boletín de Noticias ONCE AndalucíaAbre Web externa en ventana nueva